Chile
Por el ing. Julio Videla y dras. María Toranzo y Andrea Giménez - Docentes Investigadores, UNSJ.
20 de Agosto de 2012.- La aparición cada vez con más frecuencia de artículos periodísticos vinculados a distintos aspectos de la actividad minera y enfocados bajo diferentes puntos de vista, nos hace sentir que vamos por el camino correcto, a quienes de alguna manera nos sentimos involucrados y que trabajamos en ella con habitualidad.
Además, con cierta lógica y en cierto sentido se advierte una dosis alentadora, ya que es una clara señal de "movilidad'' y transferencia en sus distintas aristas aún no reconocidas y valoradas en su verdadera dimensión.
Cuando se habla o se escribe de minería, así como así, no se hace otra cosa que referirse a una "materia'' de muy amplio espectro, extremadamente abarcativa y si no prefijamos sentido hacia donde se pretenden direccionar los conceptos, mal se puede decir que estamos frente a una información correcta (***).
En estos casos, hay que hacer una diferenciación conceptual del trabajo de ingeniería, un trabajo sobre bases técnicas a los efectos de manejar un mensaje claro y que no esté viciado de componentes políticos.
El manejo de la información minera debe tener como propósito final, conformar una base del conocimiento destinado a "todos'' y despojada de toda falacia e incertidumbre.
El avance y desarrollo de la "minería'' en términos académicos y prácticos se debe principalmente a la participación de los profesionales de la minería. Alcanzar esa graduación no es tarea fácil y menos aun, un grado o superior, que insume un gran esfuerzo y tiempo.
Bajo este marco, cabe hablar cada vez más de "Ingeniería Minera'', ya que en el escenario económico del país dicha actividad así lo amerita, y por el contrario, las consideraciones negativas no hacen más que aletargar la dinámica y devastar esta noble disciplina.
Para los profesionales idóneos en la práctica minero-metalúrgica, es de vital importancia asumir un nuevo rol frente a la comunidad por cuanto hay que defenderla con una mayor vigorosidad ante las inusitadas mendacidades, es decir, aprender a difundir los beneficios, a través de las nuevas técnicas comunicacionales que ofrece la tecnología actual.
Decir que todo lo generado por la minería es "sucio'', además de ser una fantasía con base por demás fundamentalista solo genera miedo e inmoviliza a la comunidad paralizando la eficiencia de la actividad y distorsionando la realidad.
Quienes nos sentimos parte del avance sostenible y sustentable de la minería, tenemos que empezar a demostrar la capacidad técnica, en todos los órdenes; y además de exhibir y encargarnos de la construcción las "obras'' (verdaderas "muestras de ingeniería minera''), saber transferir los conocimientos, difundir y preocuparnos por demostrar nuestra responsabilidad y nuestro compromiso social como profesionales del medio.
La situación en los últimos años ha cambiado radicalmente y seguirá modificándose, los depósitos mineralizados, los yacimientos con cierto grado de factibilidad técnico-económica, en materia metalífera ya no son tan bondadosos en contenidos metálicos y están necesitando de nuestro estudio e investigación, la mineralización aparece algunas veces dispersa en grandes extensiones y esto implica en otros términos, empezar a diseñar nuevas formas de yacimientos y otros patrones y criterios.
Resulta atinado el reclamo ambiental si con él, lo que se pretende es lograr que los profesionales den garantías de su trabajo y enmarquen su tarea dentro de las normas protectoras del medio ambiente, las que han sido y serán por siempre preceptos fundamentales de los ingenieros de Minas.
La experiencia de los profesores universitarios de la provincia y la preparación profesional recibida en ese nivel no es solo una carta de presentación, sino la mayor de las garantías respecto de la meta que alienta a quienes tienen la responsabilidad de predefinir la potencialidad de un yacimiento, diseñar, calcular, construir y poner en marcha un emprendimiento de gran escala operatoria.
Diario de Cuyo
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