Chile
Chile apuesta a las plantas a pequeña escala para satisfacer la creciente demanda de la industria del cobre, después de que opositores ambientalistas interrumpieron 5.000 megawatts de proyectos.
15 de Noviembre de 2012.- Chile apuesta a las plantas generadoras de energía a pequeña escala para ser capaz de satisfacer la demanda creciente de la industria del cobre, después de que opositores ambientalistas interrumpieron 5.000 megawatts de proyectos de inversores que iban desde Eike Batista hasta Enel SpA. El ministro de Energía, Jorge Bunster, dijo que no había riesgo de que faltase suministro eléctrico en Chile, que es el productor de cobre más grande, puesto que este año ya se agregan más de 1.000 megawatts de capacidad.
Los proyectos que están en suspenso comprenden las represas HidroAysen de 2.720 megawatts, de Enel, y la planta de carbón Castilla, del multimillonario brasileño Batista, que genera 2.100 megawatts.
Bunster, que es el quinto ministro de Energía del presidente Piñera, la restó importancia a la preocupación del grupo minero local, Consejo Minero, que representa a BHP Billiton Ltd. y a Anglo American Plc. Dicha preocupación se refería a que Chile podría no tener suficiente electricidad de bajo costo para mantener la expansión de la industria por US$100.000 millones que se tiene planeada.
Las mineras pueden tener otras razones para postergar las expansiones, como la concentración decreciente de minerales o la demanda bajante de la China, dijo Bunster (59), ex directivo de Empresas Copec S.A., que tiene empresas de distribución de combustible y generación de energía.
Chile tiene una capacidad instalada que puede generar 16.500 megawatts con sus dos redes más grandes y la demanda máxima se sitúa en torno a los 9.000 megawatts, por lo cual no hay riesgo de que escasee a corto plazo, dijo Bunster. La industria minera representa cerca de un tercio del consumo energético de la nación, según el Instituto Nacional de Estadísica (INE) del gobierno.
“Hacerse ilusiones”
Al promediar esta década, la nación tendrá que hacer frente a la escasez en la oferta, lo que la obligará a recurrir a los generadores de energía diesel, que pueden costar cuatro veces lo que demanda el carbón, dijo Hugh Rudnick, profesor de la carrera de Ingeniería eléctrica de la Pontificia Universidad Católica de Chile, durante una entrevista que se realizó en Santiago.
Antes de 2015, los proyectos como la granja eólica Arrayan, de 115 megawatts; el hidroeléctrico de Angostura, de 316 megawatts; la hidroplanta San Pedro, de 144 megawatts, le aportarán capacidad a la red, dijo hoy. Luego, las demoras en proyectos como el de Castilla ocasionarán que haya oferta escasa.
El presidente del Consejo Minero, Joaquín Villarino, no estaba disponible para formular comentarios respecto de la repercusión de los precios de la energía y el suministro en los proyectos mineros, según informó una asistente por teléfono. BHP prensa no respondió a los pedidos de declaraciones. El sector de prensa de Anglo dijo, en un correo electrónico de respuesta, que la empresa no había anunciado ningún plan para retrasar los proyectos de cobre que tiene en Chile, a causa de inconvenientes en el suministro de energía.
Proyectos detenidos
Este año, la Corte Suprema impidió las operaciones de la planta de carbón del multimillonario brasileño Batista y ordenó que se realizase un estudio de impacto ambiental más abarcativo. A pedido del presidente Pinera, GDF Suez interrumpió el proyecto Barrancones, de 540 megawatts, tras las acciones de opositores ambientalistas.
Las demoras en los proyectos energéticos harán peligrar US$100.000 millones de proyectos de minería, dijo el presidente del directorio de Codelco, Gerardo Jofre, el mes pasado.
Colbun S.A., que es la empresa de Santiago que tiene el 49 por ciento del capital de HidroAysen, dijo en mayo que quería demorar las líneas de transporte del proyecto, debido a la falta de respaldo político.
Las protestas contra HidroAysen que se llevaron adelante el año pasado ocasionaron cientos de detenciones y millones de dólares en daños. La Empresa Nacional de Electricidad S.A. (ENEL) es titular del 51 por ciento del capital del proyecto.
El gobierno de Chile se aboca a establecer un marco regulatorio mediante tribunales ambientalistas y nuevas pautas reglamentarias que, finalmente, apurarán la aprobación de nuevos proyectos, dijo Bunster. Entre tanto, el país se mantiene a tono con la demanda creciente de energía instalando plantas generadoras más pequeñas.
“Chile no solo es el país donde hay inquietud por el ambiente y los derechos aborígenes; esto pasa en los Estados Unidos, Canadá, Nueva Zelanda y el Perú –dijo–. Tenemos que ser capaces de llegar al equilibrio y hallar armonía económica y social a medida que la sociedad progresa”.
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