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Chile

Los principales países del continente muestran un importante potencial de inversión en proyectos de infraestructura para las empresas chilenas.

19 de Noviembre 2012.- ?“Los gobiernos latinoamericanos deben aprovechar el contexto de crisis internacional para fortalecer las estructuras productivas y superar los problemas de heterogeneidad estructural”, concluye un estudio sobre las Perspectivas Económicas de América Latina 2013 elaborado en conjunto por la CEPAL y el Centro de Desarrollo de la OCDE, que se publicó la semana pasada.

La región enfrenta un escenario de mediano plazo complejo: la menor demanda externa pondrá al descubierto las limitaciones del actual patrón de crecimiento basado en la escasa incorporación de valor agregado y la exportación de recursos naturales en muchos países de la región.

Conscientes de la oportunidad de crecer como potencia competitiva tras la incertidumbre económica internacional, los países de la región han focalizado sus esfuerzos en proyectos de infraestructura. Según un levantamiento de DF Unidad de Inteligencia, Colombia, Perú, Chile y Brasil tienen un potencial de inversiones en infraestructura de ?US$ 500.832 millones de aquí a 2021, monto que se reparte en proyectos de transporte, urbanismo, telecomunicaciones, agua y saneamiento, infraestructura hidráulica y vialidad interurbana, en su mayoría, de ámbito público-privado y abierto a inversión extranjera.

Aunque las prioridades de reformas dependen de cada país, los cuatro deberían depositar buena parte de sus esfuerzos, con US$ 174 mil millones, en la implantación de proyectos de carreteras, puertos y aeropuertos. La importancia de la conectividad entre los centros de producción de carga con los puertos es clave para elevar la productividad y mantener los estándares de crecimiento económico, señalan desde los distintos países.

Inversión estimada por países?

El gigante brasileño invertirá ?US$ 310 mil millones en transporte, urbanismo y energía, según datos oficiales del gobierno de ese país. En este último sector la inversión será de US$ 150 mil millones frente a los US$ 80 mil millones para las otras dos partidas, respectivamente.

Los proyectos tienen como objetivo resolver dos problemas de la economía brasileña: “La baja calidad de nuestra infraestructura y la baja tasa de inversión”, explica Maurício da Costa Carvalho, agregado de Comercio, Inversiones y Turismo de la Embajada de Brasil en Chile.

“Para mantener un crecimiento sostenible del 4 - 5%, el país necesita de una mejora importante de sus infraestructuras, lo que también incrementa la tasa de inversión y tienen impacto positivo en el PIB”, agrega.

El concepto principal de las nuevas licitaciones -que se espera estén adjudicadas a 2014- consiste en crear ejes logísticos que mejoren la conexión entre los centros productores industriales y agrícolas con los principales centros consumidores y exportadores. Los proyectos en transporte son esenciales porque mejoran la competitividad y la producción, disminuyendo costos que, para Da Costa, son injustificables. Además, los proyectos del rubro incrementan la tasa de inversión en la relación al PIB (que en Brasil está alrededor de 17%) lo que garantiza un crecimiento más sostenible (cerca del 4%) y con menos inflación.

De hecho, el gobierno anunciará en los próximos días nuevas concesiones para aeropuertos y puertos, con el objetivo de superar algunos de los cuellos de botella más significativos para el desarrollo brasileño, asegura el experto.

“Hay algunos proyectos que son especialmente relevantes por el monto de la inversión, como la construcción de Belo Monte (hidroeléctrica de 11,2 GW); las concesiones de los Aeropuertos de Guarulhos, Viracopos y Brasilia; la futura licitación del Tren de Alta Velocidad entre Campinas-São Paulo-Rio de Janeiro (por ?US$ 20.000 millones); la pronta subasta de nuevos bloques del Pre-Sal; y las inversiones en petróleo y gas en el Pre-Sal brasileño”, comenta.

Por su parte, se estima que Perú tiene un potencial de US$ 87.975 millones, según cifras de la Asociación para el Fomento de la Infraestructura Nacional. El país vecino debería destinar el mayor monto, unos US$ 32.987 millones, a planes de energía, seguido de ?US$ 20.935 millones para transporte y US$ 19.170 para telecomunicaciones, mientras agua y saneamiento, infraestructura hidráulica y salud reciben un monto marginal.

Miguel Palomino, director gerente del Instituto Peruano de Economía, explica que durante un período bastante prolongado la inversión, sobre todo la privada, fue bastante limitada, lo que retrasó mucho el desarrollo de los sectores, por lo que se requiere una inversión elevada para poner al día a todos los rubros.

Desde Proinversión mantienen, para el período 2012-2013, 28 proyectos discriminados, básicamente, en infraestructura vial, aeroportuaria, portuaria y ferrovial. El director de la Dirección de de Promoción de Inversiones de la agencia, Héctor Rodríguez Piazze, advierte que existe una brecha de infraestructura en telecomunicaciones, agua y saneamiento, infraestructura hidráulica, transporte, energía, salud y educación.

En Chile, en tanto, la Cámara Chilena de la Construcción proyectó necesidades de inversión por ?US$ 47.690 millones, de los cuales US$ 13.257 millones se destinaría a proyectos de electricidad.

Aunque no es menor, la inversión del país (US$ 3 mil millones en 2012, que representan cerca de un 3% del PIB, según datos del Ministerio de Obras Públicas) resulta insuficiente para alcanzar niveles de infraestructura de países desarrollados como Corea del Sur, para lo cual habría que invertir un 4% del PIB por año durante 20 años. En cambio, Brasil, Perú o Colombia deberían invertir un equivalente al 7% o 6% de su PIB para escalar a los niveles de infraestructura del citado país.

A la cola de los países analizados, el potencial de inversión de Colombia sería de US$ 55.167 hasta 2021 según la agencia de Promoción de Turismo, Inversión y Exportaciones del país, Proexport Colombia.

Así, pasarían a invertir un 3% del PIB en 2014 frente al menos del 1% que reservaban a este presupuesto en los últimos años, indica Javier Hernández, viceministro de Infraestructuras y Telecomunicaciones de Colombia.

De hecho, en la actualidad tienen en proceso un paquete de concesiones viales por 25 años que copa la mayor parte del presupuesto y en el que los inversionistas privados asumirían sólo los riesgos asegurables.

Beatriz Eugenia Morales, vicepresidenta de estructuración de la Agencia Nacional de Infraestructura, comenta que la escasa inversión histórica en transporte afectó al desarrollo de Colombia, que según un índice del Foro Económico Mundial que mide la competitividad en infraestructura de transporte, ocupa el puesto 126 entre 140 países medidos.

Es por ello que la mayor inversión estimada se focaliza en desarrollar proyectos viales, en los que se proyectan montos por ?US$ 31.056 millones y que engloban prácticamente toda la infraestructura vial del país. “Para nosotros es crítico mejorar la conectividad hacia los centros de producción de carga con los puertos”, señala el viceministro. Con esa meta de largo alcance, el ejecutivo colombiano duplicó la inversión en el sector de los ?US$ 1.919 millones de 2010 a los US$ 4.332 millones de 2012, los que se volvera a incrementar por dos para 2014, cuando se proyectan US$ 8.061 millones.

DF
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