Chile
El fracaso de la licitación es una buena oportunidad para una reforma legal integral.
26 de Noviembre 2012.- El gobierno ha cerrado definitivamente el proceso que culminó con el fracaso de la proyectada licitación de nuevas concesiones de explotación para el litio. Varias circunstancias confluyen para explicar este resultado: falta de planificación, escaso interés de los potenciales operadores, expectativas sobreestimadas, etcétera.
Volver sobre un proceso de iguales características parece poco recomendable. Más bien, sería preferible que la autoridad asumiera este fracaso como una oportunidad para abordar de forma más amplia este negocio y promueva una reforma legal integral. Porque las abundantes reservas mundiales de litio dejan en evidencia que no se trata de un producto estratégico y que, en ese escenario, lo que conviene es despejar las barreras para que sea el sector privado el que determine la conveniencia o no de desarrollar inversiones.
La exitosa experiencia chilena en el campo de la minería metálica y no metálica es consecuencia, precisamente, de una legislación que favorece el emprendimiento empresarial. Todo indica que una reforma de esta naturaleza abrirá un intenso debate político, pero ello tampoco se evitó mediante la fórmula de la licitación. El peor de los escenarios es dejar las cosas tal como están, sin cambios ni anuncios de nuevos procesos. Es cómodo, pero impide aprovechar las oportunidades.
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