Rüdiger Trenkle: "Tenemos que demostrar que la geotermia es una realidad y no una fantasía"

Chile

La empresa, uno de los tres actores del negocio en Chile, decidirá en 2013 su primera planta piloto. El gerente general de Geoglobal Energy cree que Chile debe diferenciar la geotermia de las otras ERNC, pues no es intermitente.

13 de Noviembre 2012.- La ley que creó un marco regulatorio para el desarrollo de la geotermia data del año 2000. Desde entonces se han sucedido licitaciones, inversiones y varias empresas han pasado por Chile para evaluar ingresar al negocio. Pero aún no aparece en Chile la primera unidad generadora con esta tecnología.

Sin embargo, Rüdiger Trenkle, gerente general de GeoGlobal Energy Chile (uno de los tres principales actores de esta actividad, junto con Enel Green Power y Energía Andina, sociedad entre Origin Energy y Antofagasta Mineral) cree que el país está en los plazos, pues desde el inicio de la perforación hasta la concreción de una planta suelen pasar, al menos, diez años.

El problema es que, tras esa década, las empresas se encontraron con algunas trabas que no han permitido seguir avanzando. Una de ellas es la duración de los contratos entre generadores y grandes clientes, que no permiten proyectar un horizonte de ingresos estables y, por ende, lograr financiamiento.

¿Por qué entraron a Chile?
Entrar a Chile para una empresa extranjera siempre está basado en un abanico de razones, no en una sola. Nosotros creemos mucho en el potencial geotérmico de Chile, nuestros expertos, empezando por los fundadores de la empresa, han estado analizando Chile desde los años 80, debido a que este país es uno de los pocos en el mundo con gran potencial sin desarrollar. Chile es una de las últimas fronteras de la geotermia y en Sudamérica, junto con Perú, es uno de los dos países que tienen un gran potencial y poco desarrollo. A eso se le suma por cierto el marco regulatorio, que da certeza jurídica. Eso separa a Chile de otros países vecinos que no dan esas garantías, y por eso se invierte aquí.

¿Qué falta para que la geotermia despegue? Se viene diciendo hace años que Chile tiene gran potencial, que es la energía del futuro, pero los actores son pocos y no hay obras.
Los actores somos pocos porque la geotermia es una tecnología que requiere de muchísima experiencia y no hay tantos expertos en el mundo. Es muy difícil empezar en este negocio sin tener el background. Además de la experiencia, requiere de muchísimo capital, sobre todo al inicio. Y capital de riesgo, por los altos costos que significa perforar a gran profundidad, primero para exploración y luego explotación. ¿Por qué no hemos avanzado más? Es un tema complejo. Primero, la geotermia es lenta. El ciclo de desarrollo de un proyecto geotérmico, si lo inicias sin conocimientos previos del campo geotérmico, es de entre siete y 10 años. Y es casi imposible acelerar. Es así en todo el mundo. Por otra parte, las empresas que estamos trabajando en eso nos estamos encontrando con una situación en la cual hemos invertido muchísimo capital inicial, hecho exploraciones. Es decir, hemos superado la fase inicial de riesgo de descubrimiento del reservorio de campo geotérmico en varios proyectos. Y ahora tenemos que entrar en la nueva etapa, que es el desarrollo. Y en Chile, dadas sus particularidades, las extensiones y principalmente la lejanía con las redes y con los centros de consumo, necesitas centrales grandes. Según nuestros cálculos, el mínimo realista son 70 MW para generar luego una rentabilidad aceptable, que permite recuperar los costos fijos iniciales.

¿En qué está GeoGlobal?
En relación con un campo en particular, entramos en la fase en la cual tienes que determinar la extensión del campo, para estar seguros de que es posible desarrollar una iniciativa. Hay mucha perforación que hacer, y lamentablemente en Chile vale el doble y hasta el triple que en otros países. Ese es uno de los escollos que hay, porque es mucho más caro que en otros países. Eso tiene que ver con la lejanía y la falta de una industria de gas y petróleo en este país, porque no sólo hacen falta los equipos, sino que no hay nada de la industria de apoyo que hacen falta para una perforación. Hoy estamos estudiando utilizar la energía de uno de los pozos que tenemos perforados, pues se trata de pozos de una calidad espectacular. Estamos analizando si se puede realizar una conexión al sistema de distribución local con una potencia cercana a 15 MW. La idea es generar flujos de caja y demostrar, no sólo al mercado, sino que también al público general y a la administración pública, de que esto es real y que vale la pena fomentarlo. Y que hacen falta instrumentos de fomento para que esto dé el gran salto.

¿Cuánto costaría?
En eso estamos, revisando las opciones con el distribuidor y el subtransmisor y revisando los proveedores y las condiciones de constructibilidad en el volcán Tolhuaca, donde se ubica este proyecto, que es una zona llena de dificultades climáticas con los crudos inviernos. Espero en junio de 2013 dar la noticia. Esto es importante porque hay demostrar que esto es real, que no es una fantasía. Quitar de la escena algunos mitos. Hay gente que dice que la geotermia nunca se va a hacer en Chile, que es muy compleja, que genera problemas con el agua, y a nosotros nos interesa demostrar que no es así, que no es ficción. En países como Islandia genera el 100% de la energía eléctrica; en Nueva Zelandia, que es muy respetuoso con el medio ambiente, lo único que se está construyendo son plantas geotérmicas precisamente por el tema ambiental. Y eso lo queremos mostrar.

Eso es un primer paso, pero ¿cuándo vendrá el salto final?
El gobierno está trabajando en cambios regulatorios. Eso es normal, porque la ley es del año 2000 y dado este tiempo, es comprensible que nos hayamos dado cuenta de que requiere perfeccionamiento. Pero el tema principal que creemos es que tiene que haber un empuje más grande, de más visión, al desarrollo de la geotermia. Para nosotros es importante diferenciar la geotermia de las otras ERNC, porque no es intermitente, sino una fuente que puede estabilizar el sistema, por su altísimo factor de planta. Creemos que el gobierno, que es consciente de ello, debiera dar un empuje mayor.

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