Según se admitió, la suerte fue distinta para las compañías: algunas, como Cerro Vanguardia -produce oro en Santa Cruz-, obtuvieron una extensión de hasta 90 días luego de hecha la exportación, mientras que Barrick y Alumbrera, por caso, recibieron un período de hasta 120 días.
La norma también extiende los plazos para otras compañías. Entre las más conocidas se encuentran Molinos Río de La Plata -de Pérez Companc- y las bodegas Robino, Norton y Peñaflor, que tendrán 180 días.
Los empresarios mineros celebraron la medida, aunque sin algarabía. Las dificultades con las mineras comenzaron con la resolución 142 de Economía, que en abril achicó a 15 días corridos desde la fecha de embarque el plazo para liquidar divisas. Más tarde, el gobierno flexibilizó esos plazos a 30 días, que aún resultaban estrechos para las empresas. Es porque cuando exportan, si bien tienen una previsión con respecto a su contenido, obtienen la certificación final de la refinería (hay en Suiza, Canadá y Japón, por ejemplo), que determina el valor final y el monto a liquidar. Ese proceso demora unos 180 días.