Proyectos mineros deben integrarse al desarrollo de comunidades vecinas

“Las empresas mineras primero tienen que empezar a dialogar de las necesidades de su entorno, de cómo dotarles de agua, de cómo con el líquido elemento se puede mejorar la agricultura y la ganadería, cosa que valoran mucho las comunidades de nuestro país”, sostuvo el viceministro de Minas, Guillermo Shinno.

Señaló que el Estado también tiene que acompañar a la inversión privada porque es su obligación con el pueblo, a través del financiamiento de obras de electrificación rural, saneamiento y una serie de actividades en diferentes sectores.

“Ahora nos espera un gran reto para cambiar la percepción negativa de la minería, así como solucionar los conflictos sociales a través de procesos de diálogo pacíficos sin llegar a la violencia. Este desafío requiere la participación de varias instituciones del Estado, las empresas y la población en general”, refirió.

En el Día Mundial del Medioambiente recordó que el MEM ha sido pionero en la legislación y regulación ambiental en el país.

“Siempre este sector priorizó la protección del medioambiente, tal es así que desde los años noventa se han emitido una serie de normas que hoy son copiadas en otros sectores”, resaltó.

Expresó que la evaluación de los estudios ambientales en este portafolio ha sido reconocida no solo a nivel local, sino por expertos internacionales, como es el caso de los peritos que vieron el tema hídrico del proyecto Conga.

Por su parte, el jefe de la Dirección General de Asuntos Ambientales Mineros (DGAAM) del MEM, Manuel Castro, explicó que para contrarrestar la desinformación de la población en los temas mineros es altamente importante la participación del sector académico del país.

Comentó que hay algunas universidades en el interior del país que cuestionan el quehacer minero y la inversión, deteniendo los capitales extranjeros.

“Es justo que se reclame una inversión con respeto al medioambiente, en eso convenimos todos, pero no se puede detener el desarrollo del país y de la población”, refirió.

Asimismo, dijo que ha planteado desde la DGAAM la posibilidad de crear cuatro laboratorios macro regionales. En la zona norte, por ejemplo, hay que crear uno e insertarlo dentro de una universidad y darle sostenibilidad técnica, tecnológica y acreditarlo.

“Las instituciones de control medioambiental, a través de estos laboratorios, deben estar bajo la tutela de las universidades y la Autoridad Nacional del Agua (ANA) debe participar activamente en ellas”, precisó.