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Chile

“No es el combustible del futuro, a menos que haya generación de energía por fusión nuclear, pero eso está recién en fase experimental y no ocurrirá, al menos, en los próximos 30 años. El litio almacena energía, pero incluso para cargar las baterías se necesita de energía externa”

25 de Junio de 2012.- Los satélites, las naves espaciales, los celulares, los computadores portátiles, los marcapasos, las cámaras digitales, los vehículos eléctricos y los medicamentos antidepresivos. Todos estos elementos tienen algo en común: el litio, un metal blando de color blanco plateado, que posee una gran capacidad para almacenar energía. Hoy, este mineral está en el centro de la noticia, tras la decisión del gobierno de abrir su explotación a empresas públicas y privadas, proceso que hoy interesa a Codelco. Actualmente, en Chile sólo dos compañías producen litio: SQM y SCL (Chemetall). Ello, porque a fines de los 70 se declaró el mineral como “no concesible”.

En medio del debate generado en torno al tema se han tejido distintas conjeturas sobre su importancia, perspectivas de precio y disponibilidad a nivel mundial. Ideas y premisas que expertos salen a rebatir y precisar.

¿Producto estratégico?
“Oro blanco o petróleo blanco”. Así se ha calificado en el último tiempo al litio. Sin embargo, para Gustavo Lagos, académico de la Universidad Católica, esa aseveración es un error. “No es el combustible del futuro, a menos que haya generación de energía por fusión nuclear, pero eso está recién en fase experimental y no ocurrirá, al menos, en los próximos 30 años. El litio almacena energía, pero incluso para cargar las baterías se necesita de energía externa”, afirma.

Tampoco, agrega, se le puede considerar como “oro blanco”, porque “incluso si se usaran baterías de litio en todos los autos del mundo, la cantidad empleada sería muy pequeña. Su valor está dado por ser un metal asociado a las tecnologías”.

Juan Carlos Guajardo, de Cesco, aporta otro elemento. “No es un mineral escaso; es muy abundante en el mundo, donde puede explotarse sin restricción. Por lo tanto, no es un recurso estratégico, aunque sí es importante”, subraya. Los recursos y reservas de litio en el planeta alcanzan para unos 1.000 a 1.500 años, precisa. Los del cobre, en tanto, para unos 100 años.

En 2011, en tanto, Chile aportó el 37% de la producción mundial de litio, seguido por Australia, con el 30%; China, con un 15%, y Argentina, con un 12%. “Hay en exploración y prospección entre 90 y 120 nuevos yacimientos, que están repartidos en más de 11 países. El litio, en sus distintas formas, se puede encontrar en todas las regiones del mundo”, plantea Francisco Klapp, economista de Libertad y Desarrollo (LyD).

El abogado Samuel Lira, experto en derecho minero, explica que el carácter de mineral no concesible del litio fue otorgado por el Decreto Ley 2.886 de 1979, “por considerarse un material estratégico por su uso en centrales nucleares de fusión”. Sin embargo, explica, la fusión nuclear siguió siendo una posibilidad muy distante y, al término de la Guerra Fría, Estados Unidos vendió sus existencias estratégicas de litio. Chile, por su parte, no cambió su legislación. “Es el único país en el mundo que aún trata al litio como un material estratégico y no debería categorizarse así”, puntualiza Lira.

Según un informe de Cochilco, “se estima que en 2050 debiera entrar en operación el primer reactor comercial de fusión. La producción a gran escala de energía eléctrica a partir de reactores de fusión nuclear estaría consolidada en 2100”.

Lira explica que en 1983, cuando Chile reformó su legislación, permitió concesionar el cobre y otros minerales, “lo que abrió el camino a enormes nuevas inversiones, principalmente en cobre. Ese cambio fue el gran impulsor del desarrollo minero de Chile”, indica. El litio y los hidrocarburos, en tanto, quedaron clasificados como no concesibles.

Negocio acotado
El litio configura un mercado relativamente pequeño, que vende del orden de US$ 700 millones al año en el mundo. Bastante menos que los US$ 120 mil millones de la industria del cobre. Para Chile, el litio representó ingresos por US$ 204 millones, lo que equivale al 0,42% de las exportaciones mineras del país en 2011.

Con este cuadro, el subsecretario de Minería, Pablo Wagner, señala que “si bien se trata de un negocio acotado, el mundo se está moviendo y si no hacemos nada, nuestro casi 40% del mercado bajará al 20% en 2020. O tomamos esta oportunidad o la toman otros”.

Muy distinta es la opinión de la senadora PS Isabel Allende. “Aunque sea un mercado pequeño, los usos del litio están en permanente expansión y, por lo mismo, no se puede privatizar el recurso, como con el cobre”, dice. “Impugnaremos la licitación del gobierno”, adelanta.

Precios y demanda
Libertad y Desarrollo agrega otro elemento al debate. Desmitifica que el precio del litio sea elevado y que por eso haya que aprovechar su desarrollo. Hoy, su valorización por tonelada alcanza a los US$ 6 mil. “Entre 1953 y 2009, el precio del litio se elevó sólo un 20%, menos que la variación del IPC en Estados Unidos en el mismo período”, señala Klapp. Esto implica dos cosas, indica: que el recurso ha aumentado su disponibilidad y que no es escaso. “En el largo plazo no vamos a ver aumentos de precios relevantes, porque la oferta permitirá satisfacer la demanda sin incrementos significativos”, indica el economista.

Un informe de noviembre de 2011, de Andrés Yáksic, magíster en Economía de Minerales y actual ejecutivo de SQM, estima una curva de oferta de litio de largo plazo, que sugiere que existen más de 100 millones de toneladas disponibles para ser explotadas a nivel mundial, a costos menores o iguales, al precio de mercado vigente.

También hay dudas sobre el comportamiento a largo plazo. “Aunque existen visiones optimistas acerca de la demanda futura de litio, producto de la electrificación del transporte, no parece que existieran condiciones especiales para prever que vaya a generarse un gran salto en la demanda de litio diferente de otras sustancias mineras”, agrega Klapp.

El principal actor local del negocio es cauto. En su memoria de 2011, SQM explica que “es difícil estimar exactamente la demanda a largo plazo, debido a la incertidumbre acerca de potenciales competidores”.

A juicio de Klapp, el carácter cíclico del mercado es un elemento clave. Afirma que la comercialización de los autos híbridos, por ejemplo, se dispara en épocas de bonanza económica, pero los nuevos autos eléctricos no usan litio constantemente como energía, sino una batería que contiene cerca de 1% de litio.

El rol de Codelco
Parlamentarios de oposición, entre ellos, el senador PS Juan Pablo Letelier, proponen que Codelco explote el litio, “porque posee pertenencias que puede explotar y también hacerse cargo de otras”. Gustavo Lagos piensa distinto. “En el mundo no hay ninguna compañía estatal dedicada a esto”, dice. Según Juan Carlos Guajardo, la cuprera no debiera distraer recursos de su foco principal, sobre todo porque se estima que se requerirían inversiones de al menos US$500 millones para explotar nuevos yacimientos de litio. Codelco anunció esta semana que estudiará su incursión en el mercado.

Portal Minero/La Tercera