Presentaron proyectos para prohibir la minería contaminante en La Rioja

Argentina

16 de Marzo de 2012.- Legisladores de La Rioja presentaron un proyecto de ley y otro de ordenanza para prohibir proyectos mineros a gran escala en la provincia y la ciudad, mientras los asambleístas que rechazan la minería comenzaron a ofrecer "serenatas a cielo abierto" en casas de dirigentes. A su vez, la Legislatura riojana accedió a escuchar a las Asambleas Ciudadanas por la Vida, un día después de que comenzaran las "serenatas" ante las casas de los diputados. Los asambleístas lograron entrar al recinto al empezar la tercera sesión ordinaria del período 2012 que presidió el vicegobernador Sergio Casas.

El diputado provincial Luis Orquera, primer destinatario de las "serenatas", pidió formalmente un apartamiento del reglamento para escuchar a los asambleístas, quienes reseñaron el contenido del Petitorio que habían presentado en la Cámara de Diputados hace 15 días y había sido ingresado como correspondencia. Sin embargo, los legisladores se limitaron a escuchar la exposición sin emitir opiniones ni abrir un debate.

El petitorio de once puntos reclama la aplicación del principio precautorio para que se suspendan todos los proyectos mineros en curso, "para evaluar entre comunidad y gobierno la situación" y la anulación del convenio con la empresa Osisko, por no contar con la licencia social. Por otra parte, ingresaron a la Legislatura provincial y el Concejo Deliberante de esta capital dos proyectos contra la minería a cielo abierto, pero fuentes parlamentarias indicaron que el único que tiene chances de prosperar es el de ordenanza porque la mayoría kirchnerista del parlamento ciudadano responde al intendente Ricardo Quintela, quien se pronunció públicamente contra la minería metalífera.

El proyecto de ordenanza cuenta con el respaldo del radicalismo y del "kirchnerismo no bederista", en tanto que la iniciativa del diputado de la UCR Juan Amado para formular una ley provincial chocará con el oficialismo alineado con el gobernador Luis Beder Herrera principal impulsor de la minería. Simultáneamente, esta semana las Asambleas Ciudadanas por la Vida de la capital presentaron ante el Concejo Deliberante de la ciudad un anteproyecto de ordenanza municipal.
El trabajo pretende declarar al distrito "municipio no tóxico y ambientalmente sustentable", además de "zona no nuclear" y prohibir así el uso del agua para proyectos mineros contaminantes a la vez que impediría la presencia de explosivos y químicos tóxicos. En caso de aprobarse, se impediría la extracción de uranio en el faldeo norte de la ciudad de La Rioja y la instalación de una planta concentradora de uranio en Talamuyuna, a 30 kilómetros, que hasta ahora estaba en la capital de Córdoba.

Esta norma, afectaría en forma directa los trabajos de exploración que está haciendo Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) en acuerdo con el gobierno provincial alrededor de la ciudad capital, la mayor concentración urbana de La Rioja. Por otra parte, las Asambleas Ciudadanas iniciaron anoche su ciclo de "serenatas a cielo abierto" frente a la casa de un diputado provincial para reclamar la anulación del contrato minero para la explotación del cordón del Famatina.
La primera protesta musical se hizo frente a la casa del legislador Luis Orquera, representante del departamento Villa Castelli, en el oeste de la provincia. En forma pacífica, con carteles y al son de la canción "El Famatina no se toca", cuyo autor es uno conocido folklorista local, unas 40 personas le cantaron a Orquera. Las "serenatas", según la denominaron los manifestantes, seguirán en los próximos días frente a las viviendas de otros legisladores para pedirles que atiendan el reclamo contra la megaminería.

Durante la protesta, el diputado Orquera salió a la vereda junto a su familia, custodiado por la policía, y le pidió a los manifestantes que lo buscaran en su despacho legislativo. Los asambleístas le recordaron que fueron "seis años a los despachos" y, si se presentaron en su casa, fue porque él "nunca estuvo" en su oficina. El gobierno calificó de "escrache" a la manifestación y Orquera consideró que fue "un atropello" porque habían difundido por redes sociales su dirección personal. "Han equivocado el camino porque no corresponde que se dirijan a mi casa, me agredieron verbalmente. Yo salí pacíficamente, pero ellos se ponen muy nerviosos, salen a los gritos y se alteran", relató.

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