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Perú

9 de Marzo de 2012.- La minería informal ha tomado el control del mercado negro de los explosivos, en complicidad con algunas empresas mineras que en el papel dicen ser serias, pero bajo la mesa realizan las negociaciones más turbias. Las autoridades están en jaque ante el turbio negocio.

La ilegal operación nace, según explicó el coronel EP (r) Carlos Aguirre, director de la Dicscamec, cuando la empresa minera formal pide al Ministerio de Energía y Minas un permiso para la compra de una cantidad de explosivos para el uso de exploración. Esta solicitud excede al número de lo requerido, y la empresa se encuentra con una mercadería que sobra. En algunas ocasiones este residuo de explosivos es desviado al mercado negro.

"La minera compra los explosivos a las fábricas autorizadas, en ocasiones la empresa no consume toda la mercadería; ahí es donde las empresas tramposas desvían los explosivos al mercado negro. Esto antes no era regulado por la Dicscamec. Solo la entidad realizaba labor administrativa, sin saber qué pasaba con los explosivos después. Ahora en esta gestión se está respetando la norma y recuperando la mercadería sobrante", expresó Carlos Aguirre. En algunos casos, el minero formal, cuando tiene una concesión aún no explorada, deja que el informal invada su terreno para que trabaje la zona minera hasta que encuentre una beta de minerales.

Cuando sucede esto, ahí recién el empresario comienza a extorsionar a los mineros pidiendo un porcentaje de lo encontrado.

"Un trampa formal"

"Aquí hay otra trampa, la empresa que ha denunciado esta invasión no trabaja la mina y comienza a cobrar regalías, usando los explosivos que sobró. Es más, el 'tramposo formal' pide dinamitas para entregarlas a los ilegales y cuando obtienen el mineral, la ganancia se la dividen, sin pagar los impuestos. Esto hacían, pero ahora estamos controlando, y eso ha permitido incautar 40 toneladas de explosivos en la zona de Acarí, en Arequipa, una zona vulnerable", informó Carlos Aguirre.

La autoridad de la Dicscamec mencionó que las regiones del país más afectadas por el mercado negro son Ica, Cusco, el sur de Ayacucho, el norte de Arequipa y Puno. Además, en el norte del país se encuentran afectadas las zonas de la sierra de La Libertad y Piura (La República).

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