Home   +562 2225 0164 info@portalminero.com

Síguenos

Skip to end of metadata
Go to start of metadata

Chile

El costo de la mano de obra en Chile en la producción de concentrado de cobre es entre 31% y 180% mayor al promedio que tienen otros países mineros con proyectos similares, como México, Argentina, Perú y Canadá.

08 de Octubre de 2012.- Se trata de un "consejo de competencias mineras", basado en el modelo australiano: Como de aquí al 2020 se requerirán al menos 45 mil nuevos trabajadores en áreas sensibles para la minería, el Consejo Minero decidió atacar el problema con una iniciativa propia. Cuenta con el respaldo del Gobierno, que ya planea replicar y crear estos "consejos" en otros gremios e industrias. La industria minera está preocupada. Las trabas derivadas del alto costo de la energía, la accesibilidad al agua y la judicialización de los proyectos de inversión han hecho constatar al sector al menos dos fenómenos. Uno, que los proyectos por US$ 100 mil millones proyectados al 2020 no se van a verificar, al menos en ese plazo. Y dos, que al menos un tercio de estos futuros proyectos mineros enfrenta problemas de competitividad en Chile relacionados con el costo de la mano de obra.


Los datos son lapidarios. El costo de la mano de obra en Chile en la producción de concentrado de cobre es entre 31% y 180% mayor al promedio que tienen otros países mineros con proyectos similares, como México, Argentina, Perú y Canadá.

"Entonces, o tomamos medidas radicales para bajar costos o parte de esa inversión va a terminar destinada en otros mercados, que son más competitivos que el nuestro", sentencia categórico Joaquín Villarino, presidente ejecutivo del Consejo Minero.

Es la razón por la que esta entidad -que reúne a las grandes mineras que operan en Chile como Codelco, BHP, Xstrata, entre muchas- decidió tomar cartas en el asunto y puso en marcha un nuevo proyecto para agilizar la formación de los trabajadores de su sector, pensando no tanto en los actuales profesionales y técnicos, sino en los nuevos que requerirán para que puedan viabilizarse aquellos nuevos proyectos. Debutarán con lo que denominaron un Consejo de Competencias Mineras (CCM).

El proyecto tiene el respaldo del Gobierno a través de los ministerios del Trabajo y de Minería, que espera replicarlo en otros gremios y sectores productivos, dando un giro a la forma de capacitar que se sigue hasta hoy en Chile.

A partir del trabajo que hizo la Comisión Larrañaga -un panel de expertos que analizó los sistemas de capacitación laboral-, se analizó RUT por RUT qué ocurría con los trabajadores capacitados, y se constató que con el actual sistema -en que se gastan US$ 300 millones al año a través del Sence- el impacto era cero.

"Cero en materia de empleabilidad, cero en materia de remuneraciones. No es 0,2 ni 0,3, es CERO", señala vehemente la ministra del Trabajo, Evelyn Matthei.

¿Qué son?

Los consejos de competencia son entidades bajo las cuales se organiza una industria para determinar y estudiar las brechas laborales. Es decir, de acuerdo a los proyectos de inversión proyectados en esa industria, determinar cuántos trabajadores se requerirán para satisfacer esa oferta y en qué plazos.

Pero, además, define los perfiles de los trabajadores que requerirán (técnicos y profesionales), los currículos, mallas y estándares adecuados para su formación, de modo que salgan con los conocimientos concretos que la industria demanda.

Toda esa información la hacen pública para que las entidades de educación (universidades, CFT, IP) adecuen la formación de sus estudiantes, basados en datos muy concretos y específicos sobre lo que la industria está demandando.

En julio, el directorio del Consejo Minero aprobó este proyecto para crear el CCM, y hace dos semanas llegó un gerente a hacerse cargo de este plan. Se trata de Christian Schnettler Ramírez, ex ejecutivo de Freeport McMoRan.

Las mineras aportaron presupuesto en partes iguales para el funcionamiento y trabajo de los primeros cuatro años de esta entidad, que en este caso tiene un carácter netamente privado y no opera con recursos públicos. En su estructura también existe un comité ejecutivo, que integran un representante de cada una de las mineras socias, y es este ente el que interactúa con las entidades que le prestarán servicios. Además tendrá un consejo consultivo, que está en formación.

Costo de la mano de obra ha subido 82%

La Fundación Chile ya está trabajando con el CCM, y les hizo un primer informe que cuantificó una necesidad de 45 mil nuevos trabajadores (16.100 directos y 28.200 contratistas), en base a un plan de inversiones de US$ 45 mil millones al 2020.

Proyectó que las mayores brechas estarán en labores tan específicas como operadores de equipos móviles, mantenedores y operadores de equipos fijos, supervisores y profesionales de mantenimiento.

Hoy, en muchos casos son las propias empresas las que se hacen cargo de capacitar a su personal, pero esos esfuerzos individuales no están dando abasto. "Significa pérdida de tiempo, de productividad, de competitividad", dice Villarino.

Un botón de muestra: el costo de la mano de obra ha subido 82% en los últimos 10 años en la minería chilena.

"El mercado nunca ha podido satisfacer de manera adecuada la demanda de trabajadores que tiene. No me refiero a la cantidad necesariamente, sino que a la calidad. Las mineras en particular siempre han tenido sistemas de capacitación", dice Joaquín Villarino, enfatizando que los trabajadores de la minería en Chile en general tienen un muy buen nivel.

"Una de las cosas que nos insta a promover esto es porque el desarrollo de la minería no es sólo en Chile. Perú, Colombia, Brasil, están en proceso de expansión minera muy relevante y se están llevando a nuestros profesionales y a nuestros técnicos", destaca.

Los primeros resultados de este trabajo debieran verse a finales de año. Villarino destaca que este plan no es un "requisito" u obligación que pedirán las mineras a sus trabajadores, sino que buscan aumentar la empleabilidad, bajar costos, asegurar que las personas que están contratando tengan un nivel mejor, e incorporar al mercado minero gente que hoy no tiene acceso.
"Esto mismo queremos que ocurra en la construcción, en la metalmecánica, en los salmones, en las forestales"

El Consejo Minero y el Gobierno se basaron en el modelo de Australia y Nueva Zelandia para este proyecto. Incluso en abril viajaron juntos a ver en terreno la experiencia de estos skills council como se les conoce en esos mercados. La ministra también viajó a Berlín.

No es casual que el Gobierno esté involucrado. La ministra anuncia que la idea es que este sistema de los "consejos de competencias" se replique en otros sectores e industrias.

"Esto mismo queremos que ocurra en la construcción, en la metalmecánica, en los salmones, en las forestales, en muchas otras áreas. Y no todas tienen el financiamiento propio que tiene la minería. Estamos trabajando para que esto también surja en otras áreas", dice Matthei.

Y enfatiza: "Queremos pasar a que las decisiones de capacitaciones se tomen a nivel de industria, no de empresa. Sea la minería, la construcción, etc., que diga éste es el tipo de gente que necesitamos. Las decisiones las va tomando un consejo que está mirando el bien común y no el bien de una empresa solamente", dice Evelyn Matthei.

-¿Por qué esta tarea no la han hecho los organismos técnicos de intermediación laboral?

E.M.: "Algunos lo han hecho. Lo que pasa es que para que una Otic (Organismos Técnicos de Intermediación en Capacitación) pueda hacer ese trabajo, tiene que estar especializada en una industria. Eso ha sucedido con la Otic de la Cámara Chilena de la Construcción, que tiene varios de esos perfiles armados. Pero hay Otic que son multiindustria. Por lo tanto, en realidad se han dedicado mucho más a ayudar en el papeleo y los trámites, a armar los cursos, a licitarlos, pero no a hacer este estudio de ingeniería".

-¿Los trabajadores tendrán espacio de participación?

J.V.: "En la mayoría de los países del mundo suelen tener representación. Como esta es una instancia nueva y que está naciendo en el país, y que por ahora no va a tener un reconocimiento legal mientras madura y se echa a andar, la incorporación de los trabajadores debiera hacerse en una etapa de madurez adecuada".

-¿Han pensado en algún mecanismo de diálogo con las universidades o con los institutos? Porque en esto alguien va tener que ceder espacios de soberanía, a la hora de definir perfiles de egreso, mallas curriculares, etc. Ustedes pueden pedir X y la universidad podría seguir ofreciendo Y.

E.M.: "¿Y quién los va a contratar?".

J.V.: "Si esperamos una ley para echar a andar esto, podríamos esperar otros 20 años, en que se pongan de acuerdo (...) Segundo: las universidades podrían mantenerse rígidas en su posición, y no querer evolucionar. Pero eso la verdad es que sería una obcecación inentendible, porque lo que nosotros estamos diciendo es 'oiga: aquí tiene una demanda. Yo voy a contratar a la gente que usted forme de esta manera'. Pero además voy a hacer otra cosa: voy a tener un comité consultivo, donde es muy probable que representantes de ellos entren a conversar con nosotros también. Y lo que yo les esté diciendo tenga una preevaluación que diga 'sí, es razonable lo que usted me está pidiendo'".

"Esto es tan interesante que yo ya tengo información de universidades y centros de formación que ya fueron a Australia a ver cómo está funcionando allá. Vino la gente de estas universidades a preguntarnos en qué estábamos. ¿Por qué? Porque instituciones de formación chilenas ya están viendo cómo opera esto y preparándose".

Emol
Portal Minero