Brasil
28 de Diciembre de 2010.- El empresario brasileño Eike Batista, dueño de una fortuna de US$ 27.000 millones y que a través de MPX Energía busca construir la Central Termoeléctrica Castilla en el norte del país, volvió a mandar un recado a Carlos Slim, el hombre más rico del planeta, a quien advirtió que lo iba a desbancar en el ranking de Forbes.
"El señor Carlos Slim tendrá que inventar un nuevo auto de carrera para alcanzarme", señaló Batista en un artículo publicado hoy por el periódico inglés The Guardian. Hace dos semanas, en un programa de la red norteamericana CBS, Eike ya había demostrado la misma ambición.
Según la publicación británica, ser el hombre más rico del mundo es sólo uno de los objetivos del presidente del grupo EBX. El otro es transformar Río de Janeiro en una de las ciudades más dinámicas y ricas del mundo, una mezcla de California, Nueva York y Houston.
El multimillonario que actualmente es el octavo hombre más rico del mundo también anunció uno de sus nuevos planes: construir una "ciudad digital", cerca de Río de Janeiro, para 250 mil personas. Se llamará "Ciudad X" y está siendo conducido por el renombrado arquitecto brasileño Jaime Lerner.
Batista, quien tienen un MercedesBenz SLR McLaren en el living de su casa en Río de Janeiro, asegura que "Brasil es un paraíso", y que pese a los problemas de inseguridad e inequidad, el país tiene grandes potenciales de crecer y convertirse en un referente regional.
Mayor fortuna de Brasil
Eike Batista, la mayor fortuna de Brasil, con inversiones en acero, minería y petróleo, subió desde la posición 61 a la octava en la lista de los millonarios Forbes, este año, con US$ 27 mil millones de patrimonio.
El empresario, hijo de una autoridad de gobierno de su país, partió en el negocio del oro, para, años después, hacerse de varias minas.
También ha participado en la propiedad de compañías de energía, agua y acero.
Una de sus características, que él mismo ha señalado en entrevistas de prensa, es que piensa en grande, cualidad que, ha manifestado, aprendió de su padre, un ingeniero ligado a la construcción de grandes obras de infraestructura en Brasil y que contribuyó con el proceso de internacionalización de CVRD en Europa, hoy Vale, una de las mayores mineras del mundo.
Esto implicó que Eike viviera varios años en el Viejo Continente, y a su regreso, a los 23 años se inició en el negocio de compra y venta de oro, con el que después de un año y medio logró US$ 6 millones. En 1983 ya participaba en el negocio de extracción. Mecanizó una mina de oro artesanal en el Amazonas, obteniendo grandes ganancias.
Una de sus más recientes apuestas es en el negocio petrolero en Brasil. Esto, tras adjudicarse zonas de exploración frente a las costas de su país, subasta en la que ofreció más de US$ 1.000 millones (Emol).
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