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Chile

Este ingeniero dirigió la operación del rescate de los 33 mineros chilenos atrapados a 700 metros de profundidad, durante 69 días, en la mina San José.


13 de Diciembre de 2010.- Nunca el salvamento de unos mineros había acaparado tanta atención. Desde que el 22 de agosto, los propios mineros confirmaran que todos se encontraban sanos y salvos, millones de personas en todo el mundo siguieron expectantes los trabajos de rescate.

Durante dos meses, la mina San José se convirtió en un escenario en el que se mezclaban la tecnología más sofisticada con los sentimientos humanos, la estrategia de rescate con la política, todo ello con la justa dosis de suspense (¿funcionará este plan? ¿resistirán los mineros? ¿cuándo saldrán del pozo?)

¿Cuánto hubo de márketing en la operación?
Cuando nosotros entramos en contacto con los mineros, evidentemente cambió lo que había que comunicar y lo que no. Previamente, parecía una tragedia y muchos no querían aparecer, pero cuando se supo que los mineros estaban a salvo, mucha gente trató de utilizar esto como un medio de publicidad. Pero yo creo que se tomaron las medidas adecuadas con respecto al tratamiento de la información y con transparencia. La verdad es que lo que hicimos nosotros fue volcarnos en salvar a los trabajadores. El resto de lo que se hizo con este asunto, a mí no me compete, y la estrategia comunicacional que utilizó el Gobierno para esta operación no la conozco bien y no está entre mis decisiones. En nuestro ánimo nunca estuvo hacer un rescate con tanta repercusión mundial, sino el de reunir a las familias.

¿Cuál ha sido el coste del salvamento?
En el rescate hubo financiación pública y privada. No tenemos la cifra final porque carecemos de toda la información de la parte privada, pero la aportación pública asciende a unos 15 o 16 millones de dólares.
La cápsula de rescate no parece ser más compleja que un ascensor cualquiera.

El diseño de la operación es fruto de un equipo de trabajo que formamos en la mina San José mineros y geólogos de distintas empresas de la gran minería en Chile. En distintas reuniones fuimos desarrollando lo mejor de lo que teníamos conocimiento. La cápsula es fruto de preguntar a Estados Unidos sobre un rescate parecido que hubo y del que tuvimos acceso a la información. Nosotros la acondicionamos a la realidad de la mina. Es un diseño netamente chileno y que resultó bastante bien.
Primeramente calcularon dos horas para sacar a la superficie a cada minero, un tiempo que luego se redujo a 25 minutos.
Nosotros teníamos que tomar precauciones de carácter médico y técnico. A los mineros había que suministrarles oxígeno a medida que iban subiendo y, además, en cada trayecto se chequeaban la cápsula y el cable. Finalmente el oxígeno no hizo falta y la cápsula y el cable se comportaron bien, lo que hizo que el rescate fuese muy rápido.
¿Llegó usted a probar la cápsula?
Una vez que sacamos al último rescatista, decidimos cerrar la mina. Muchos periodistas y otras personas nos preguntaron si podían visitarla, pero decidimos que no era lo correcto. Habíamos luchado durante 70 días por sacar a los mineros de allí y seguir subiendo y bajando personas no era lo adecuado.
¿Ha cambiado algo en el sector a partir de este accidente?
En Chile hay entre 500 y 600 empresas mineras y no todas pueden ser fiscalizadas de forma fidedigna sobre sus medidas de seguridad. Lo que se está haciendo actualmente es una reorganización del servicio de fiscalización y un aumento de su presupuesto. Existe un decreto que da cuenta de las medidas mínimas de seguridad que deben tener las minas, y entre ellas está la de disponer de más de un acceso (tanto de entrada como de salida) para evitar este tipo de cosas. Si la mina San José hubiese tenido un acceso alternativo, esta tragedia no hubiese sucedido.
Han demostrado al mundo que se pueden hacer rescates en situaciones extremas. ¿Se ha abierto una nueva página en las condiciones de seguridad de las minas?
Lo que uno puede derivar de esto es que, efectivamente, la técnica permite hacer rescates más arriesgados. En el mundo existen minas mucho más profundas de 700 metros. En Sudáfrica y Canadá hay minas que se explotan hasta a 2.000 y 2.500 metros de profundidad, y lo que hay que hacer, más que prepararse para un rescate, es prevenir que ocurran este tipo de sucesos. Para ello hay que construir una mina segura, eso significa contemplar en el diseño y en la inversión inicial las medidas de seguridad ante una posible eventualidad, que pasan por tener una vía de salida para los trabajadores. En cualquier caso, lo que siempre hay que prever al diseñar una mina subterránea son los derrumbes, la resistencia de las rocas y los incendios, además de las explosiones en las minas de carbón.
¿Qué país es un referente mundial en el campo de la minería?
Australia, Sudáfrica y Canadá son los líderes; Estados Unidos también tiene una minería avanzada, y en Chile existe una gran tradición minera. Más allá de lo extraordinario El ingeniero de minas André Sougarret es el gerente de la mina de cobre El Teniente, una de la mayores de Chile y en la que trabajan 7.000 personas. Tiene experiencia en rescates de derrumbes parciales, pero nada que ver con la tarea que asumió el pasado 9 de agosto, cuando fue citado en el Palacio de la Moneda para coordinar el salvamento de los mineros atrapados desde hacía 4 días en una pequeña mina al sur del país. En la operación San Lorenzo participaron 700 personas y numerosas empresas de diferentes países. Tras cuatro meses de notoriedad, aspira a“volver a la normalidad”. Sougarret, que la semana pasada fue nombrado miembro de honor del Colegio de Minas del Centro de España, se queda con momentos puntuales del rescate que no se difundieron por televisión: “Me conmovió cuando José Henriquez, el líder espiritual del grupo, besó la pantalla en la primera videoconferencia que tuvo con su hija”. Y su mayor deseo es que “siempre esté presente el valor de las personas que trabajan en una mina” (Expansión.com).

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