Cobre antimicrobiano
21 de Octubre de 2010.- La propiedad bactericida del cobre entrega, en particular a Chile, una oportunidad del porte de una catedral para aprovechar las variadas aplicaciones del metal a favor de la salud y calidad de vida de las personas", expresó ayer Pablo Wagner, subsecretario de Minería durante el Simposio Internacional Cobre Antimicrobiano, Científicamente Comprobado.
La autoridad destacó la necesidad de "cobrizar" la infraestructura e implementos de los centros asistenciales, específicamente se refirió a lograr este avance en los 20 establecimientos hospitalarios que se construirán en el país y los 12 hospitales, incluyendo consultorios, que el actual Gobierno espera modernizar.
"Estamos hablando de implementar con cobre bactericida o sus aleaciones 400 pabellones y 7 mil camas. A estas áreas de la sanidad, tendríamos que agregar las aplicaciones en el transporte público (Metro y Transantiago), construcción, salmonicultura y ropas, entre otras".
Para el Presidente de la International Copper Association (ICA) Lationoamérica, Miguel Riquelme, esta es una opción real. Adelantó que están en importantes conversaciones con los ministerios de Salud, Transporte (especialmente el Metro) y Minería. "Estamos golpeando todas las puertas necesarias tanto en Chile como en el mundo para motivar a la cadena de valor para que entre en el negocio", dijo.
En el caso del uso del cobre bactericida en los recintos de salud, Riquelme explicó que la razón por la cual se inicio la investigación se sustenta en que la inversión representa un gran negocio potencial, pero lo más importante, es la responsabilidad social de salvar una vida, la cual no tiene precio.
Desde el punto de vista de la promoción, para el Director Ejecutivo, seria importante que el Gobierno hiciera exigencias a través de regulaciones y adicionalmente complementar lo anterior promoviendo su empleo incentivando su aplicación a través de los arquitectos, diseñadores y constructores, entre otros profesionales que influyen en las decisiones que se toman en las nuevas iniciativas.
Haciendo referencia al proyecto chileno cobre bactericida, el decano de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la Universidad de Chile, Francisco Brieva, plantel que participó en el mismo, calificó con nota máxima lo conseguido hasta ahora en cuanto a validar la propiedad del metal en el Hospital de Calama y potenciar la demanda por este uso. Sin embargo, hizo notar que ha sido muy lento el proceso para consolidar la capacidad de entrar a la generación de nuevos productos.
"Tenemos que generar una industria local y no perder nuestra competencia ante China o países de Europa. Para agilizar este nuevo desarrollo necesitamos respaldar las ciencias de los materiales y la ingeniería de los materiales que, en Chile, están deprimidas", señaló.
Omar Hernández, subdirector de Minería, Medio Ambiente e Infraestructura de Innova Chile de Corfo, mencionó, en tal sentido, la urgencia de producir "apropiabilidad" en nuestro país con respecto a aprovechar el tremendo desafío de este nuevo y pujante mercado.
El Presidente de la International Copper Association (ICA), Frank Kane, destacó que el cobre bactericida cuenta con pruebas y evidencias claras de que puede salvar vidas humanas, según ensayos clínicos en Alemania, Japón, Reino Unido, Estados Unidos y Chile.
En Estados Unidos, una de cada 20 personas que ingresan a un hospital tiene el riesgo de contraer una infección y morir. En las Unidades de Cuidados Intensivos (UCIs), esta tasa aumenta de una a cuatro personas. "Esta estadística es atemorizante", expresó el doctor Michael Schmidt, quien estuvo a cargo del ensayo clínico en los cuatro centros de ese país. Agregó que a diferencia de las noticias en torno a accidentes de tránsito o incendios, los fallecimientos por infecciones intrahospitalarias nunca aparecen, siendo la cuarta causa de muerte en el mundo.
"Sin embargo, es una batalla que podemos ganar con la ayuda del cobre. En nuestro estudio multicéntrico, el metal y sus aleaciones en las superficies de cobre de las UCIs logró reducir la población de bacterias patógenas en un 97% en forma continua y permanente, incluyendo aquellas resistentes a los antibióticos hoy disponibles"; dijo.
En esta lucha el cobre vendría a reforzar el ejército libertador hospitalario, complementando medidas básicas ya establecidas como limpieza de manos previo a cada procedimiento médico, limpieza de las habitaciones, y el uso adecuado de antibióticos.
Según precisa el investigador, "estamos de pies a cabeza contaminados con bacterias patógenas. En los hospitales de Estados Unidos, los principales reservorios de estos microorganismos son las camas. Además, la mayoría de las habitaciones tienen altas superficies de plásticos, materiales idóneos para que habiten las bacterias, después de los humanos".
Lamentablemente, añadió, la limpieza de las habitaciones y su mobiliario no basta. Luego de cuatro horas, los microorganismos vuelven a proliferar y pueden permanecer hasta cinco meses en el ambiente, dependiendo del tipo de bacterias.
"Las habitaciones se limpian una vez al día y necesitaríamos unas seis veces en total para alcanzar una medida profiláctica ideal. Esto no ocurre en ningún país desarrollado. De hecho, en nuestro país el gasto anual por este ítem nos significa 10 mil millones de dólares", destacó el experto.
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