*Dr. Alejandro Sáez explica que además de sus cualidades como conductor eléctrico, el metal rojo ha sido utilizado hace ya bastante tiempo en áreas tan diversas como la medicina, el sector salmonero y la industria textil.
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1 de Junio de 2011.- Mientras los especialistas sacan cuentas positivas por el actual precio del cobre, las compañías cupríferas sonríen, tal y como es el caso de Codelco, la mayor productora mundial de cobre, cuyos beneficios se elevaron un 87% en el primer trimestre de este año en comparación con el mismo periodo del año anterior, sumando 2.315 millones de dólares, según cifras entregadas por la compañía, hecho que traerá grandes beneficios para nuestra economía y para la productividad de la grandes, medianas y pequeñas empresas, que logran proveer a mercados que utilizan el cobre en tecnologías no convencionales, abriendo una nueva oportunidad de negocios para la industria.
Al respecto el Dr. Alejandro Sáez, académico del Departamento de Ingeniería Mecánica de la Universidad Técnica Federico Santa María, entrega su visión sobre estos usos no convencionales y sus proyecciones, las cuales traerían consigo beneficios además del sector económico, en áreas como la textil y de salud.
“El tema del uso del cobre en industrias no convencionales ha tenido un avance sustancial en los últimos años y ha comenzado su utilización de forma más común gracias a sus múltiples propiedades, en especial las bactericidas aplicadas a problemas sanitarios, lo que ha dado resultados muy relevantes”, comenta el Dr. Sáez.
En nuestro país, se han desarrollado iniciativas para diversificar los usos del metal rojo, siendo una de las más importantes las efectuadas en el Hospital del Cobre Dr. Salvador Allende Gossens de Calama, donde se realiza una investigación en tres de sus salas, las cuales ya disponen de barandas de las camas, sus palancas reguladoras, la mesa de comida para el paciente, el apoyabrazos de las sillas de visitas, el lápiz para escribir los datos en las pantallas de los ordenadores y el porta sueros, confeccionados de cobre debido a sus propiedades bactericidas.
“La utilización de este metal en el mobiliario de los hospitales ha reducido los contagios intrahospitalarios de manera sustancial, conducta que ha sido imitada recientemente en otros sectores como el del salmón, confeccionando las jaulas donde se crían los salmones a partir de este metal, evitando de esta manera enfermedades como las que han afectado lamentablemente a esa industria, lo que sin duda ha incrementando los usos del metal rojo a nivel mundial”, comenta el especialista.
Presente y futuro de estas aplicaciones
Actualmente a nivel mundial son muchas las empresas que buscan dar otra utilización al cobre. Un ejemplo de esto el la empresa norteamericana Cupron, que está confeccionando telas con fibra de cobre, sábanas, fundas de almohadas, ropas de cama, calcetines, cortinas, y otros. Es así como la división Cupron Andino en Chile ya hace tres años viene desarrollando prototipos y diferentes diseños para diversificar el mercado, los cuales incluyen entre otros productos antifaces que reducen las arrugas en torno a los ojos; camisetas para adolescentes con problemas de acné en la espalda; toallas que evitan la contaminación y proliferación de hongos; y almohadas que impiden la generación ácaros y mejoran la piel.
“Estos ejemplos deben incentivarnos a convertirnos en líderes en el hallazgo de nuevas utilizaciones de este metal, dejando de ser exportadores de materias primas y pasando a ser proveedor de estas tecnologías”, señala el Dr. Alejandro Sáez.
Pero queda la duda de qué otras aplicaciones podrían aparecer en el futuro, es así como el Dr. Sáez nos entrega pistas al respecto, “un campo que se debería desarrollar en nuestro país es la producción de nanopartículas de cobre, las que serán la materia prima de muchos otros tipos de aplicaciones. Un ejemplo claro de esto sería el poder agregarlas a las pinturas, de tal manera que si uno las ocupara con este elemento, evitaría problemas como el de los hongos, controlándolos de manera efectiva y sin usar elementos químicos, reduciendo de esta manera su impacto para el medio ambiente y la salud de las personas”, destaca.
UTFSM