Internacional
22 de Noviembre de 2010.- Los equipos de rescate están preparados y decenas de efectivos de emergencias esperan a la entrada de la mina de carbón de Nueva Zelanda donde 29 mineros continúan atrapados e incomunicados desde la explosión del pasado viernes. Hasta el momento, no se han dado sin embargo las condiciones de seguridad necesarias para el rescate. Los análisis de los expertos indican que existe riesgo de nuevas explosiones por el gas metano que se acumula en el interior de la galería y cuya extracción ha tenido que ser suspendida en dos ocasiones. Los mineros se encuentran a sólo 150 metros de la superficie, pero a dos kilómetros y medio de la entrada de la mina. No han comido desde el accidente, pero dentro de la explotación disponen de agua. Probablemente, se han refugiado en uno de los túneles donde se está bombeando aire fresco desde la superficie. Ni el sistema de ventilación ni el suministro eléctrico funcionan desde el viernes. Sólo dos lograron salir de la galería al producirse la explosión. Hoy, uno de ellos ha explicado que se salvó porque llegó tarde al trabajo y no pudo descender a la misma profundidad que la mayoría de sus compañeros (ADN.ES).
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