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Chile

La pugna está ligada a un proyecto de 600 casas que se desarrolló en esa ciudad del norte, en el marco del traslado del campamento de Chuquicamata, a mediados de la década pasada.

18 de Marzo de 2011.- Los ecos del traslado de tres mil familias desde el campamento minero de Chuquicamata a Calama, entre 2004 y 2007, aún siguen en Codelco. La estatal enfrenta un millonario juicio arbitral originado tras un reclamo de una firma vinculada a la constructora Socovesa ­ligada a la familia Gras­, por los sobrecostos que ésta enfrentó en el desarrollo de un proyecto de 604 viviendas en esa zona.

En sus estados financieros de 2010, Socovesa explicó que el juicio arbitral contra Codelco­División Norte fue impulsado por Soctec, una sociedad formada junto a la constructora Tecsa (firma que pronto pasará a manos de SalfaCorp) para realizar dicho trabajo, y en la que posee el 50% a través de su filial Socovesa Ingeniería y Construcciones.

En el informe explica que esa firma tuvo que asumir sobrecostos por 395.045 UF, pero añade que el monto posteriormente demandado ante el árbitro es superior a esa cifra en aproximadamente 20%, "dado que se incorporaron costos financieros e indemnización de otros perjuicios sufridos por Soctec con ocasión del contrato". En total, el monto reclamado bordea los US$ 20 millones.

El litigio es llevado por el juez árbitro arbitrador (que falla en conciencia y no en derecho) Enrique Barros Bourie. "La causa entrará en etapa de prueba durante el segundo trimestre de 2011, y se estima que el fallo de instancia pudiese ser emitido durante el último trimestre del año 2011 o primer trimestre del año 2012", añadió Socovesa en su balance.

El proyecto de 604 viviendas ubicado en Calama fue encargado y diseñado por Codelco Norte e inició su construcción en el segundo semestre de 2006. El contrato involucró 2,13 millones de UF, unos US$ 95 millones al valor actual. La recepción municipal del conjunto se efectuó entre septiembre de 2007 y marzo de 2008.

Según comentaron fuentes de Socovesa, la minera estatal aportó los terrenos y urbanizaciones.

Relacionada a lo anterior estaría ligada una parte de los reclamos de la sociedad Socovesa­Tecsa. Conocedores del conflicto indicaron que hubo demoras en la entrega de los paños destinados a la construcción de las viviendas y la urbanización estaba incompleta, pues los empalmes del proyecto no estaban conectados a la red de alcantarillados.

Pero fuentes de la cuprera comentaron que la constructora habría realizado ampliaciones en las viviendas sin el visto bueno del mandante.

Consultada al respecto, la estatal se limitó a responder que "tal como ocurre en muchos contratos de esta naturaleza, existe una reclamación de Socovesa­Tecsa, cuestión que es controvertida por Codelco". Añadió que "ha hecho valer sus argumentos en el procedimiento a cargo del señor Barros y, naturalmente, se atendrá a lo que se resuelva en el juicio".

El impacto que causó el cambio del campamento de Chuquicamata

Cerca de tres mil familias habitaban el campamento minero de Chuquicamata. Su traslado comenzó en 2004 y concluyó en 2007. Según información de prensa de esa época, el arribo de unas 15 mil personas tuvo impactos en Calama, donde la estatal hizo construir colegios, comercio y un hospital. Ello, además de las viviendas para esas familias, cuyo costo rondaba los US$ 200 millones. El traslado de Chuquicamata estuvo rodeado por conflictos con los trabajadores de esa localidad minera, por diferencias con el proyecto habitacional, entre otros aspectos (Emol).

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