Home   +562 2225 0164 info@portalminero.com

Síguenos

Skip to end of metadata
Go to start of metadata

Internacional

21 de Marzo de 2011.- Un clave período de reflexión se abrirá luego del tercer gran incidente nuclear que sufre el planeta en 40 años. La primera y más rápida respuesta se encontraría en un retorno a las energías tradicionales, mientras que algunas naciones ya expresan su disposición para desarrollar un sustantivo cambio de ruta.

Las explosiones en la planta nuclear de Fukushima, 250 kilómetros al norte de Tokio, reflejan hoy el contraste del modo en que 40 años atrás se expandía este tipo de energía en el mundo. Pero, para que esta opción productiva llegara a este nivel de cuestionamiento, tuvieron que ocurrir previamente dos simbólicos desastres: el de Chernobyl, hace 25 años, y el de Three Mile Island en Estados Unidos, en 1979. Así, con el desastre en vigencia, surge la pregunta de si esta tercera ocasión será la “vencida” para descartar la iniciativa nuclear en el futuro.

Sin embargo, mientras las señales verbales parecen confirmar dicha hipótesis, la factibilidad y la eventual práctica de aquéllo otorgan mayores dudas. Como antecedentes, ya se encuentran las palabras de autoridades como la canciller alemana, Angela Merkel, quien aplazó por tres meses la prolongación de la vida útil de las centrales nucleares del país. A su vez, la UE impulsará pruebas de resistencia al segmento, al tiempo que Estados Unidos, a través del Presidente Barack Obama, hizo un llamado a revisar todos los recintos de su país.

Con todo, según los analistas, sólo en algunos meses se podrá diferenciar la retórica de los hechos, aunque en el corto plazo podríamos observar un “retorno” a algunas fuentes tradicionales. Asimismo, buena parte de Europa optaría por un cambio real en su matriz energética (ver entrevista inferior).

Impacto en la Industria

En palabras de un reciente informe de la agencia de calificación Standard & Poor's (S&P), la crisis nuclear nipona podría tener consecuencias de mediano y largo plazo para la industria, “dependiendo de qué repercusiones tenga el desastre de Japón en las políticas energéticas europeas en general y en la energía nuclear en particular”.
El documento señala que cualquier decisión de restringir la contribución de la energía nuclear al suministro energético europeo “podría llevar incluso a que se necesiten mayores inversiones en energía renovables, principalmente eólica e hidrológica”.
Esto ha impactado a los principales operadores europeos con capacidad nuclear, entre los que se cuenta la francesa Electricite de France, la alemana E.ON y la sueca Vattenfall. De todas formas, el impacto sería mucho mayor para los holdings industriales que edifican los complejos atómicos, un negocio liderado por gigantes como la francesa Areva, las estadounidenses General Electric y Westinghouse (propiedad, a su vez, de Toshiba), o la japonesa Mitsubishi.

Retorno a las Fuentes Tradicionales

“El sector de gas, carbón y petróleo ya están viendo ganancias producto de las proyecciones de esta coyuntura, y en el escenario corto políticamente será muy poco atractivo seguir buscando convencer a la ciudadanía y grupos ambientalistas de la necesidad y beneficios de la energía atómica”, afirma Julie Kim, directora del Centro de Estudios Asia Pacífico de la Universidad Diego Portales.
Añade que pronto “veremos un regreso al aumento de dependencia a fuentes tradicionales, pero con inversiones importantes hacia las alternativas”. Esto, debido a que la energía nuclear perderá el “momentum” que había ido ganando, se logre o no solucionar el problema de Fukushima, complementa.
Alfredo Coutiño, Director de Moody's para Latinoamérica, advierte que la crisis nuclear nipona es “la tercera llamada de atención para el mundo, lo que ha elevado la probabilidad de que algunos proyectos nucleares importantes puedan ser cancelados”.
Ante esto, predice que los países harán un uso menor o más cuidadoso de la energía atómica, lo que “definitivamente podría ocasionar un regreso o, al menos, un uso más intensivo de los combustibles fósiles como el petróleo y el carbón”.

Repartidas por el Mundo

Las centrales nucleares, en la actualidad, ocupan el cuarto lugar en lo que a energía global se refiere, con un 13,5%. Luego, en orden ascendente, están la hidroelectricidad (15,9%), el gas (21,3%), y en primer lugar el carbón, con un 40,9%.
Según los datos de la Asociación Nuclear Mundial, la citada proporción atómica se fabrica en 443 plantas ubicadas en más de 30 países. Se suman a este escenario 60 reactores más, que están en construcción.
Bajo este marco, el país que cuenta con mayor cantidad de estas fuentes es EE.UU., con 104, los que aportan el 20% de la energía eléctrica de la potencia.
Francia, en tanto, es la nación más dependiente: 75% de su producción eléctrica proviene de ahí, y cuenta con 58 recintos.
En tercer lugar se ubica Japón, que es nación exportadora en la materia. Para esto, cuenta con igual cantidad de plantas y dos en construcción (otras 12 podrían cancelarse tras el terremoto).
China, su vez, tiene 13 reactores, está construyendo dos y planea tener 50 más, mientras que, en otros lugares del mundo, actualmente se construyen 60 reactores, los que en su mayoría se encuentran en naciones emergentes: China tendrá 27, Rusia 10 e India y Corea del Sur cinco cada una. A la lista podría sumarse Chile, con uno más.

MARIANO MARZO
Europa Vivirá un “Antes y un Después” Tras Fukushima

En conversación con ESTRATEGIA, el catedrático de Recursos Energéticos de la Universidad de Barcelona, recomendó a países con riesgo geológico, como Chile, obviar la alternativa nuclear.

—¿Cuál es su opinión sobre lo que ocurrió en Fukushima?
—Es el tercer incidente serio en 40 años, y estamos teniendo un accidente importante cada 15 años. Esto me ha servido para decir “hasta aquí hemos llegado”, es decir, la tercera es la vencida, y en muchos casos se está provocando una decisión que dice “no podemos seguir actuando como si aquí no pasara nada”. Muchos países harían bien en tomar nota y, si pueden, en la medida de que su sistema eléctrico no dependa excesivamente de la energía nuclear, empezar a buscar otras fuentes que no sean éstas, especialmente en países con un riesgo geológico importante, como podría ser el caso de Chile.
—¿Se llevarán en la práctica cambios en este sentido?
—Se va a venir un período de reflexión, pero no habrá grandes cambios, ya que la agenda energética global estará marcada por las necesidades de las grandes demografías y potencias económicas emergentes y éstas van a seguir apostando por la energía nuclear al margen de otras, en paralelo a la utilización de otras fuentes energéticas. En Estados Unidos también será así.
Sin embargo, en Europa y quizás en otros países industrializados, la percepción social va a llegar a muchos gobiernos, y éstos se plantearán la sustitución progresiva de las fuentes de energía nuclear.
En Europa, y en especial para las naciones con una baja dependencia nuclear en la participación eléctrica, esto significará un verdadero punto de inflexión, es decir, un antes y un después. En el caso de que lo atómico no abarque un alto porcentaje de suministro energético, como en Francia, en donde el 70% de su electricidad proviene de ahí, será más difícil, pero en un país como España, con un 20% de su producción eléctrica con ese origen, sí puede plantearse en el plazo de 10, 20 años una sustitución progresiva de producción por otras fuentes.
—¿Hacia qué energías se va a derivar en estos casos?
—Básicamente hacia la eficiencia y el ahorro. La UE tiene un programa para reducir su consumo energético un 20% en 2020 y el 8 de marzo emitió un documento con medidas que se aplicarán en 2013, entre las que se cuentan, por ejemplo, que los edificios de la administración pública disminuyan su consumo a un ritmo del 3% anual; auditorías energéticas para las grandes industrias y más facilidades para que las personas controlen su consumo. Por otro lado, se implementarán más energías renovables, entre éstas la eólica (terrestre y marítima), que es la que está a más “a punto”. Luego, y aunque todavía está en un período de aprendizaje y es menos competitiva, se encuentra la energía fotovoltaica. En cualquier caso, los avances se van a producir en ese orden (Estrategia).

Portal Minero