Chile
14 de Octubre de 2010.- Ya no hay canarios en las minas de carbón por una razón. La amenaza de fugas de gas venenoso, explosiones o colapsos de pozos mineros se han reducido en las últimas décadas, a medida que la industria, liderada por compañías multinacionales, ha mejorado la seguridad.
Por esa razón, algunos profesionales de la industria han visto la historia de los mineros chilenos como algo más aleccionador que como muestra de perseverancia humana. Se preguntan cómo pudo una compañía minera chilena permitir el tipo de colapso de una galería común en el siglo XIX. "Tener ese tipo de colapso es muy inusual", dijo un ejecutivo de una compañía multinacional que prefirió no ser nombrado.
El accidente muestra una división importante en el mundo de la minería. Corporaciones globales como Rio Tinto, BHP Billiton, Vale y Anglo American forman una parte de éste. Todos invierten considerable dinero y esfuerzo en mejoras de seguridad en especial en los últimos diez años en sus minas.
La otra cara de la industria es la de las firmas de menor escala, sin los recursos para priorizar seguridad en las minas. La compañía minera San Esteban, dueña de la mina San José, está en esta segunda categoría. Es una mina vieja que se reabrió cuando el precio del cobre subió.
"Cada vez que suben los precios, hay mucha presión para producir", dijo Karen Poniachik, ex ministra de Minería de Chile. "Con estos precios altos que tenemos ahora, baja mucha gente a las minas que no necesariamente son mineros". Agregó que "se puede ganar más como minero, que como mesero", aunque resaltó que las personas rescatadas de San José eran mineros entrenados.
Empresa conjunta
En el caso del rescate San José, las multinacionales activas en Chile ayudaron con su pericia tecnológica junto con Codelco, la empresa estatal que es la minera de cobre más grande del mundo.
Collahuasi, una empresa conjunta de Anglo American y Xstrata (ambas cotizadas en la Bolsa de Londres), facilitó un sofisticado taladro T130, con un diámetro de 23 pulgadas, para cavar el hoyo a través del cual rescataron a los mineros.
El agujero mismo del rescate fue una proeza de ingeniería usando equipos de perforación y técnicas de la fase exploratoria de la minería para descubrir depósitos minerales.
Collahuasi prestó el taladro y también ingenieros que sabían cómo perforar un agujero de precisión, de tamaño suficiente para un ser humano, hasta cientos de metros de profundidad, para alcanzar un pequeño "habitáculo" enterrado bajo roca inestable.
Codelco estuvo involucrado de manera destacada en los esfuerzos de rescate, junto con compañías como Anglo American, que facilitó teléfonos satelitales, un camión y 15.000 litros de combustible.
La aparente incapacidad de la compañía San Esteban para resolver sus problemas de seguridad ha levantado dudas. "Esta mina tiene una larga historia de accidentes y esta mina no abrirá a menos que hayan garantías para la seguridad de los que trabajan ahí", dijo Sebastián Piñera, el presidente de Chile (DF).
Portal Minero