Costa Rica indaga alcances de proyecto hidroeléctrico en Nicaragua

Centro America

14 de Octubre de 2010.- El gobierno de Costa Rica, a través de su embajada en Managua, investiga los alcances que tendría un
proyecto de Nicaragua para construir una enorme represa hidroeléctrica, que afectaría el cauce sobre el limítrofe Río San Juan, dijo el vicencaciller Carlos Roverssi.

Un diputado costarricense, Claudio Monge, denunció que la construcción de una represa en el San
Juan, que pertenece a la vecina nación pero sobre el que Costa Rica tiene derechos de libre

navegación, podría afectar humedales y vida económica a lo largo de la ribera de la vía acuática, por la
reducción del volumen de agua.

Un diputado opositor nicaraguense, Pedro Joaquín Chamorro, ya había denunciado en su país que
de concretarse el proyecto hidroeléctrico "Brito", el caudal del San Juan se reducirá a una "mínima
expresión".

La prensa local informó hoy que el gobierno nicaragüense ha renovado el contrato a una empresa
brasileña para que realice los estudios de factibilidad.

El proyecto tendría un costo de 600 millones de dólares con una capacidad de generación de 250
megavatios, el mayor de Nicaragua, y según ha trascendido en Costa Rica iniciaría operaciones en el
año 2015.

Un grupo de diputados costarricenses de una comisión de ambiente pretenden realizar un recorrido por
la ribera costarricense del río para tratar de tener más información sobre los alcances del proyecto.

Roverssi dijo hoy que Nicaragua puede hacer "lo que quiera" en el San Juan, pues le pertenece, pero
siempre y cuando no haya intereses costarricenses afectados.

Ambos países tuvieron hace poco una controversia, luego de que Nicaragua anunció que dragaría el
San Juan.

Roverssi dijo a la emisora "Radio Monumental" que la Cancillería costarricense no tiene información
oficial sobre el presunto proyecto hidroeléctrico, pero ha ordenado a la embajada hacer las respectivas
averiguaciones.

Nicaragua también está preocupada por un controversial proyecto de minería a cielo abierto que
una empresa canadiense impulsa en la comunidad de Crucitas, en San Carlos, debido al riesgo de
contaminación del San Juan, el principal pulmón de Centroamérica (El PAIS/CR).

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