Chile
En medio de un fallo legal que podría complicar la evaluación ambiental de la iniciativa, el empresario está ofreciendo a eventuales inversionistas un porcentaje no controlador del complejo, aunque sí relevante.
16 de Septiembre de 2010.- Hace unos días representantes del magnate brasileño Eike Batista, están contactando a empresas multinacionales, compañías locales y fondos de inversión.
¿La razón? el empresario está buscando un socio para desarrollar el megaproyecto termoeléctrico Castilla que, a través de la rebautizada CGX (antes MPX Energía), impulsa en Atacama.
Trascendió que si bien la propuesta no considera entregar una posición controladora, ésta sí sería relevante.
Conocedores del tema señalan que Batista estaría buscando reforzar esta inversión frente al rechazo de organizaciones ambientalistas y habitantes de zonas aledañas, como el arquitecto Gonzalo Domínguez, cuyos terrenos al igual que el complejo termoeléctrico de US$ 4.400 millones y 2.350 megawatts de capacidad, están ubicados al interior de la Hacienda Castilla.
Necesidad energética
Otras fuentes agregan que tras la cancelación de la central Barrancones (GDF Suez), a instancias del Presidente Piñera, los plazos para el desarrollo de Castilla se habrían acelerado. Esto porque al tener capacidad para generar más energía, respecto de otras unidades de igual tecnología, estaría en condiciones de cubrir una mayor parte de la demanda eléctrica proyectada para la zona norte del Sistema Interconectado Central (SIC).
Por lo anterior, las gestiones de los representantes de Batista estarían siendo monitoreadas desde La Moneda, pues en el Gobierno saben que tras el episodio de Barrancones, la aprobación de proyectos eléctricos en general y no sólo termoeléctricos, será más compleja. Esto podría afectar a futuro el abastecimiento de energía.
De hecho, trascendió que el tema fue analizado en la sede de Gobierno, la noche del lunes, por el Presidente Sebastián Piñera y el ministro de Energía, Ricardo Raineri. A este encuentro además habrían sido invitados ejecutivos de CGX.
Los planes originales de la brasileña eran distintos, pues las ocho unidades de Castilla se instalarían en forma progresiva, comenzando con dos que operan con diésel, para seguir con las seis restantes a carbón, en la medida en que fueran contratando su producción.
Ahora, para disponer de los recursos que permitan adaptar el citado cronograma y tener las centrales operando en el menor plazo, Batista requeriría de un socio, ya que en paralelo, el empresario está instalando en Brasil otras dos unidades térmicas a carbón, de proporciones menores a las de Castilla.
A la búsqueda de un socio, el equipo de CGX sumó el pronunciamiento de ayer de la Corte de Apelaciones de Copiapó, que podría complicar el trámite ambiental del complejo termoeléctrico (ver recuadro).
De hecho, para enfrentar la arista política, la brasileña habría sumado a su equipo de asesores a Cristina Bitar, replicando así el esquema que Gener usó para destrabar Campiche.
Capacidad
El complejo Castilla equivale a casi cuatro centrales Barrancones (Emol).
Portal Minero