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Chile

Con el yacimiento Reko Diq en Pakistán en la mira, el brazo minero del grupo Luksic tiene claro que deberá explorar otras opciones para levantar recursos. La banca china e islámica surgen como opciones que explorarán para armar esta estructura, a la

1 de Febrero de 2010.- Alejandro Rivera, el hombre de las finanzas en el área minera del grupo Luksic lleva casi trece años junto a este conglomerado. Llegó en 1997 a Antofagasta Minerals, al área finanzas de Los Pelambres, época en que, junto al patriarca Andrónico Luksic Abaroa, acometieron la arriesgada tarea de levantar un financiamiento por US$ 950 millones para la expansión de este complejo ­que demandaba un total de US$ 1.400 millones de inversión­, en una época en que Antofagasta valía US$ 900 millones.
Tuvieron que dejar incluso en garantía un paquete importante de acciones de Quiñenco, el brazo industrial de los Luksic, y si el proyecto no fructificaba se comprometía al grupo completo.

Obviamente, la historia fue distinta: vino el desarrollo de Tesoro ­que también tuvo la audacia de inaugurar en 2001, cuando el cobre se deprimía, a 59 centavos la libra­, y la vorágine de crecimiento de los últimos años, que ya encumbró al grupo a las ligas mundiales, con una capitalización de mercado de nada menos que US$ 15 mil millones.

Ahora con Jean Paul Luksic a la cabeza de este negocio, y fiel a su tradición de proyectarse en el largo plazo, 2009 no fue la excepción y el conglomerado no detuvo la construcción de sus iniciativas estrella que verán la luz este año: la nueva expansión de Los Pelambres y Esperanza, prevista esta última para iniciar operación en el último trimestre del año. En medio del cierre de los mercados financieros internacionales por la crisis, el grupo levantó recursos por un total de US$ 1.800 millones para estos desarrollos.

"La prudencia financiera del grupo nos permitió tomar la decisión de continuar. Si bien nos interesaba mucho levantar el financiamiento ­porque no queríamos usar la caja disponible­, en el peor escenario, si el mercado financiero se hubiera cerrado para nuestro proyecto, teníamos la capacidad financiera para seguir adelante", dice Rivera, quien explica que la intención siempre fue dejar recursos y caja, pensando en el crecimiento más allá de esos desarrollos. "Eventualmente, adquirir nuevos proyectos", explica.

Nuevas fuentes

Rivera es claro en la estrategia que viene: "Nuestro interés y parte de la estrategia es abrir las fuentes de financiamiento a nuevos mercados. Hasta ahora, los que han estado disponibles para nosotros son los europeos y japonés, y las agencias de desarrollo. Nuestro interés es incorporar nuevos mercados. Eventualmente, hemos estado explorando la posibilidad de incorporar la banca china, apuntando a lo que va a venir hacia adelante del crecimiento de este grupo. Ahí entra lo que es Pakistán, con fuentes de financiamiento chino o bien fuentes islámicas para ese proyecto. Con los bancos de desarrollo islámico, Islamic Development Bank, IDB y otras fuentes islámicas, tanto de la zona o del mismo país", dice Rivera, quien recalca que aún no hay conversaciones con entidades. "Estamos recién partiendo", aclara.

El ejecutivo alude así al proyecto que ­en conjunto con Barrick Gold­ Antofagasta Minerals tiene en carpeta en Pakistán, Reko Diq, con cuyo gobierno provincial los socios deberán negociar condiciones que les permitan ir a la etapa de desarrollo de la iniciativa, tras la exploración.

­¿Por qué las nuevas fuentes?
"Son los mercados naturales para esos lugares. China tiene muy buenas relaciones comerciales, se conocen, son vecinos. Y también las agencias de desarrollos multilaterales, como el Banco Mundial, que son entidades que naturalmente están financiando a ese país, porque les interesa apoyarlos desde el punto de vista geopolítico. Son entidades naturales que nosotros tenemos que empezar a desarrollar para financiar ese tipo de proyectos. Ya no podemos pensar en un project finance tradicional".

­¿Es el gran financiamiento que viene?
"En el caso de Pakistán vamos a trabajar en la estructura, pero lo que falta al desarrollo (del proyecto) ­los estudios de ingeniería, y la decisión de puesta en marcha­ todavía le quedan unos años. No creo que sea el financiamiento más próximo que vamos a levantar. Lo que sí tenemos claro es que para estructurar un financiamiento en un país como ése, se requiere mucho tiempo, no es un tema fácil. Tenemos otros financiamientos más cercanos de expansiones en Chile, o bien proyectos en otras partes del mundo, producto del plan de expansión".

­¿Cuándo estará la factibilidad para Reko Diq?
"La factibilidad está terminada prácticamente. Nos queda el estudio de impacto ambiental, que forma parte de eso. El proyecto debiera ser de una inversión total de unos US$ 3 mil millones, y nuestro interés es financiar parte importante con recursos de terceros, levantar una cantidad importante de deuda. Y el resto, los socios. Yo creo que este año, lo que podemos apuntar es a identificar las fuentes de financiamiento, armar el paquete de cómo se podría financiar, y dependiendo de la decisión de desarrollo podríamos pensar en seguir adelante y levantar el financiamiento hacia el año siguiente. Pero primero tenemos que terminar unas negociaciones con el gobierno, que nos permitan tomar la decisión de desarrollo".

­Ha habido dificultades por peticiones de royalty e infraestructura ¿Se pone en duda la decisión de llevar a cabo el proyecto? ¿Está en riesgo?
"No. Tenemos nuestras licencias de exploración, que nos han permitido desarrollar la factibilidad. La etapa siguiente que viene es obtener la licencia de desarrollo. Hay negociaciones con el gobierno, de tal manera de obtener esas licencias y los acuerdos de inversión extranjera. No tenemos ninguna información oficial que diga que este proyecto esté en peligro. Esperamos durante este año concluir esas negociaciones con el gobierno".

­¿Qué les han pedido?
"Este proyecto está ubicado en un lugar bastante remoto, aislado y que no tiene mucha infraestructura. El proyecto de por sí lo considera para llevarlo adelante. Los temas más importantes son transporte, energía y el puerto, y eso forma parte de estos 3 mil y algo millones de dólares. Las negociaciones con el gobierno vienen por el régimen fiscal y de protección a la inversión extranjera. Hay que tener presente que ellos son parte de este proyecto, tienen el 25%, y debiera ser también del interés de ellos promover el desarrollo de este yacimiento".

­¿Cuál es la aspiración?
"Nosotros lo que queremos hacer es establecer un régimen de estabilidad tributaria, parecido a lo que tenemos acá en Chile, que es el DL 600, que nos permita darles seguridad a los socios y a la banca internacional de que los flujos del proyecto van a ser estables y van a permitir pagar las inversiones. Ellos tienen establecido un royalty de 2%. Esta sería la inversión extranjera más grande de Pakistán, y los beneficios van más allá del royalty".
Nosotros, lo que queremos hacer es establecer un régimen de estabilidad tributaria, parecido a lo que tenemos acá en Chile, que es el DL 600".

El plan 2010 de Antofagasta Minerals

Con una holgada posición financiera ­su caja hoy ronda unos US$ 3 mil millones disponibles­, Antofagasta Minerals se apresta a más desafíos que se avecinan.

En total, para 2010 tiene previsto un presupuesto ­más allá de las operaciones ya existentes­ que rondará en torno a unos US$ 20 millones para exploraciones, y otros US$ 70 millones adicionales para nuevos desarrollos. Todas estas cifras son móviles y se pueden abultar si aparecen nuevos proyectos que sean atractivos para el grupo.
Por de pronto, en Chile hay iniciativas en fase de exploración que podrían tener algún grado de avance este año.

"Algunos se están llevando a factibilidad: Antucoya, Mirador. Éste es un proyecto que eventualmente pueda requerir algún financiamiento. Y en prefactibilidad están Telégrafo y Caracoles", dice Rivera, quien también menciona la geotermia y la planta de Mulpún, de gasificación de carbón.

"En el caso de Mulpún, este año estamos apuntando a hacer el desarrollo de las pruebas piloto, a construir la planta piloto. Estamos lejos todavía de hacer una operación a escala comercial", advierte.

También Antofagasta Minerals ha sido muy activa en exploraciones en el exterior.
Su última bandera anunciada hace unos días está en Estados Unidos (Nokomis) ­que se prevé entre a etapa de factibilidad rápidamente­, mientras el grupo tiene en el radar llegar en algún momento a Australia y Canadá, países con amplia cultura minera.

En Chile, para llevar a cabo el proyecto Esperanza ­una inversión de US$ 2.300 millones­, el grupo levantó recursos por US$ 1.050 millones que le valieron el premio como la mejor operación de financiamiento minero en América en 2009. El resto fue capital de los socios.
A su turno, para su ampliación, Los Pelambres levantó US$ 750 millones, completados el martes pasado con un crédito por US$ 245 millones con el Japan Bank for International Cooperation (JBIC). El saldo de los recursos, para los US$ 925 millones totales del proyecto, los enfrentó con recursos de la compañía.

En 2009, Antofagasta Minerals trabajó con un presupuesto para generar 433 mil toneladas de mineral, aunque se estima que la cifra final de cierre de año estará algo por encima de este nivel. En 2010, con el ingreso de la nueva fase de Pelambres, llegaría a unas 550 mil, y en 2011 ­con Esperanza ya produciendo­, 700 mil (El Mercurio de Santiago).

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