*La ceremonia anual de entrega del Premio Instituto del Cemento y del Hormigón, en su vigésima versión, entregó el reconocimiento en tres categorías.
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13 de Diciembre de 2010.- En una emotiva y solemne ceremonia, se llevó a cabo la versión número 20 del Premio ICH del Instituto del Cemento y del Hormigón de Chile, en el Hotel Manquehue, donde se congregaron los profesionales del sector para presenciar este reconocimiento.
En la ocasión, el Presidente del ICH, Carlos Molinare, destacó el trabajo de excelencia de cada uno de los premiados en diversos ámbitos del quehacer laboral, pero además agradeció la contribución de los galardonados en la incorporación de nuevas tecnologías que han mejorado la calidad de los productos, aumentado la competitividad e impactado de forma positiva en el medio ambiente.
Este premio se instituyó en 1989 para destacar la acción de aquellas personas o empresas que han realizado actividades de elevados niveles de excelencia trabajando con cemento y hormigón, tanto en investigación, diseño, fabricación de productos y construcción de obras de hormigón, como en la introducción de nuevas tecnologías, con el objeto de contribuir a incentivar el perfeccionamiento de la actual tecnología, mejorar la calidad de los productos, aumentar la productividad en la construcción e impactar positivamente en el medio ambiente mejorando la calidad de vida.
Profesionalismo de a dos
El Premio Instituto del Cemento y del Hormigón, en la Categoría Trayectoria Profesional, favoreció a los arquitectos, Antonia Lehmann ScassiBuffa y Luis Izquierdo Wachholtz, por su gran aporte al desarrollo arquitectónico y a la tecnología constructiva de la edificación con hormigón, plasmado en sus innumerables obras y en la innovación en sistemas de acabados de hormigón a la vista. Para Antonia Lehmann "fue un honor recibir este premio y lo recibimos con humildad y agradecimiento". En la oportunidad también destacó la estrecha relación que desde hace varios años existe entre la oficina de arquitectos y el ICH.
Lehmann e Izquierdo son arquitectos de la Pontificia Universidad Católica de Chile, fundando en el año 1984 la sociedad Izquierdo, Lehmann, Cía. "Nuestra trayectoria ha sido bien variada, hemos participado en el diseño de muebles hasta el diseño de planos reguladores, pasando por toda la gama de la arquitectura" cuenta Lehmann.
Estos docentes comenzaron su trabajo en conjunto con la casa Alfonso en 1985 en El Arrayán. Sin embargo, una de sus obras más conocidas fue el edificio de oficinas El Golf, con esta construcción revivió el uso del hormigón armado a la vista en la escena nacional. En 1999 junto a sus colegas José Domingo Peñafiel y Raimundo Lira, diseñan el que será una de las construcciones más trascendentes de la arquitectura chilena actual: el edificio Manantiales, proyecto que se inscribe completamente dentro de los que se conoce como movimiento High Tech a nivel mundial.
Tecnología e innovación
Las empresas TENSOCRET Y SIRVE S.A. recibieron el Premio ICH 2010, en la Categoría Desarrollo Tecnológico, por su significativo aporte en innovación, llevado a cabo mediante el diseño y aplicación de aisladores sísmicos en estructuras de hormigón armado prefabricadas en las obras: edificio corporativo de la empresa Vulco en Santiago y el edificio habitacional Marina Paihue en Pucón.
El edificio corporativo de la empresa Vulco, el cual fue ejecutado en el año 2005, posee 1.200 m² repartidos en sólo 2 pisos y tiene la particularidad de haber sido ejecutado en dos meses mediante un sistema de prefabricación, estructurado en base a marcos de hormigón armado. Este sistema de prefabricado fue armado y construido por la empresa Tensocret, con la ingeniería de Sirve S.A. El método de aislamiento sísmico de este edificio está conformado por 12 aisladores elastoméricos y 6 deslizadores friccionales, instalados en la fundación de este edificio. Este sistema de protección permite, ante un sismo, reducir aproximadamente 5 veces la deformación entre pisos. Los aisladores son dispositivos que se disponen, generalmente, en las fundaciones del edificio, cuando éste no tiene subterráneo, y en el cielo del primer subterráneo, cuando tiene subsuelo.
Una gran construcción
En la Categoría "Aplicación Tecnológica" fue reconocido el Proyecto: Estanques de GNL - Quintero, otorgado a la Sociedad GNL Quintero, por el excepcional uso del hormigón el cual debió cumplir elevados estándares de resistencia, homogeneidad y durabilidad.
La obra contempla 40 hectáreas de superficie con tres estanques de alta seguridad para almacenar un total de 334 mil m³ de GNL: un estanque de 14 mil m³ que fue inaugurado el segundo trimestre de 2009 y dos estanques de 160 mil m³ cada uno que serán inaugurados a mediados de 2010. GNL Quintero, cuya inversión supera los US$ 1.066 millones, ha adoptado los más altos estándares de calidad, seguridad y respeto por el medio ambiente en su diseño, construcción y actual operación.
"Es una gran obra, no sólo en la compleja ingeniería, sino fundamentalmente de la capacidad emprendedora, es una obra que le exige al hormigón nuevas solicitaciones en muchos aspectos y deja en la práctica constructiva y del diseño nacional, nuevo estándares que pueden ser incorporados en las obras de infraestructuras necesarias para el país en los próximo años", dijo el presidente del ICH, Carlos Molinare.
ICH