Chile
Senadores concertacionistas destacaron clima de entendimiento en la negociación que llevaron a cabo con el Ejecutivo.
7 de Octubre de 2010.- "Y ahora sí el ministro tiene autorización para reírse", le dijo ayer en broma Camilo Escalona al titular de Minería, Laurence Golborne, al final de la rueda de prensa en que gobierno y oposición anunciaron el acuerdo para aplicar un nuevo royalty a la minería. El senador socialista aludía a la carcajada con tono sarcástico que soltó Golborne en julio pasado, en la conferencia de la Concertación, tras el fracaso que tuvieron entonces las negociaciones para fijar un gravamen a la minería, en el marco del plan de financiamiento para la reconstrucción. Pero a diferencia del clima tenso que había tres meses atrás, en que las relaciones entre gobierno y Concertación terminaron cortadas, ayer hubo fuertes abrazos.
El acuerdo implica fijar una tabla de impuestos entre el 5% y el 14% al margen operacional de las mineras a partir de 2018. Además una tasa menor entre en un período de transición.
Las conversaciones, según explican en la Concertación, fueron impulsadas por Sebastián Piñera, quien en los últimos días habló varias veces por teléfono con el senador DC Eduardo Frei, quien en la fallida negociación de julio lideró el sector más duro.
En medio de las tratativas, Piñera que el domingo, en La Tercera, se allanó a flexibilizar la propuesta impartió instrucciones a los ministros Felipe Larraín, Cristián Larroulet y al propio Golborne, quienes fueron los rostros de la negociación. Como contraparte, además de Frei y Escalona, participaron los senadores Ricardo Lagos Weber (PPD), Andrés Zaldívar (DC) y José Antonio Gómez (PRSD).
Los equipos negociadores se juntaron el domingo en la noche en la casa de Frei, en una cita que terminó con posturas distanciadas. Hasta ese instante, el gobierno sólo estaba dispuesto a acortar la invariabilidad tributaria a seis años, pero sin hacer mayores modificaciones a la tabla del 4% al 9%. Sólo el martes en la noche se logró un principio de acuerdo en conversaciones telefónicas: el gobierno se abría a elevar la tabla de impuestos, acortar la invariabilidad y revisar el DL600.
El hecho fue celebrado por la Concertación, que lo calificaron como el regreso de la política de acuerdos, mientras que en el Ejecutivo lo festejaron como un acierto legislativo. El royalty se transformaba en el tercer acuerdo consecutivo entre La Moneda y la oposición, tras los entendimientos por el financiamiento del Transantiago y las reformas por el conflicto mapuche.
Pese a todo, el acuerdo alcanzado en el Senado fue tomado con reticencia por algunos sectores políticos.
Ayer en la mañana, los senadores José García Ruminot (RN) y Evelyn Matthei (UDI) reaccionaron con preocupación al enterarse del acuerdo. Pero sus dudas respecto de la tabla que se aplicaría en el período de transición fueron despejadas y al final participaron de la conferencia conjunta.
Más molesto reaccionó el senador Carlos Cantero, quien anunció su rechazo a la propuesta, porque a su juicio, no beneficia a las regiones mineras. Una incomodidad que alcanzó a otros representantes del oficialismo, que en privado resintieron no haber sido consultados.
En la Concertación, también hubo diferencias internas. Los senadores PPD Guido Girardi y Jaime Quintana mantenían dudas. Mientras que en la Cámara, diputados del PS, PPD, PRSD, DC y el PC expresaron su desazón de que los senadores aceptaran una invariabilidad de seis años. Incluso, un grupo de 31 diputados, liderado por el PPD Enrique Acorsi, estudiaba presentar una requerimiento al Tribunal Constitucional (La Tercera).
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