La cuenta regresiva para implementar IFRS

Fernando Cubillos, Gerente de Negocios IFRS DBNeT

La caída del precio del cobre y las nuevas exigencias sociales y medioambientales sobre los proyectos mineros traen consigo nuevos desafíos para la industria y sus proveedores, pero también los obligan a buscar otros espacios donde mejorar su eficiencia y competitividad.

En este último sentido un aspecto que tiene cada vez más importancia es la calidad de la información financiera de operaciones y compañías y la capacidad de respuesta de la minería – especialmente la mediana y el mundo de los proveedores- para dar respuesta a las nuevas prácticas de trazabilidad.

Para competir en el mercado global, satisfacer los requerimientos de mandantes extranjeros y levantar capital externo, la industria está siendo presionada a reportar su información financiera en el lenguaje estándar internacional: Las Normas Internacionales de Información Financiera, NIIF o IFRS por su sigla en inglés.

Estas normas establecen un estándar sobre cómo revelar la información financiera de las compañías con el fin de que analistas de cualquier país puedan “leer” adecuadamente los datos de una compañía. Esto permite no sólo hacer legible la información, sino también cumplir con los requerimientos cada vez más comunes de mandantes e inversionistas que exigen conocer en detalle y con claridad la información financiera de sus contrapartes.

En nuestro país el proceso de convergencia a las normas IFRS comenzó en el año 2009 liderado por la SVS y ha ido ampliando progresivamente su alcance desde las compañías que reportan en Bolsa, hasta segmentos regulados como bancos, concesiones y compañías de seguros.
Además de expandir su alcance, la implementación de las normas IFRS se ha vuelto más compleja debido a que los modelos para reportar (taxonomías) se ha vuelto más completos y customizados a la realidad de cada industria.

Debido a ambos factores, el aumento del alcance y de la profundidad, es que la opinión unánime de los analistas señala que todas las empresas que interactúen con compañías internacionales como mandantes o busquen financiamiento en el extranjero deben comenzar a incorporar lo antes posible el uso de las IFRS, aún antes de que se considere para ellas obligatorio. Lo anterior es debido en parte a la presión en aumento del entorno competitivo, pero también a que debido a la complejidad del proceso de traspaso es recomendable comenzar la “traducción” de la información financiera con fases de prueba o piloto.

Pero hay una razón aún mayor para comenzar cuanto antes a generar reportes en bajo IFRS: las entidades bancarias chilenas están comenzando a requerir las Normas Internacionales de Información Financiera a las empresas que desean financiamiento extranjero; ya sea como bonificación a los puntajes de postulación o derechamente como requisito excluyente.

Fernando Cubillos, Gerente de Negocios IFRS, DBNeT