Emiliano Spinella, Product Manager Level 3
Mientras las empresas proveedoras de tecnología avanzan con el desarrollo de productos basados en la nube, aún existen compañías que ni siquiera han comenzado a virtualizar sus servidores. Esta es una realidad en muchas organizaciones donde los Gerentes de IT tienen miedo a innovar y justifican mantenerse en arquitecturas tradicionales (un sistema operativo por servidor físico) por miedo al cambio y sustentado bajo el conocido dicho de las áreas de IT "si funciona, no se toca".
Sucede que estas organizaciones corren el riesgo de perder competitividad en los próximos años. Esto se debe a que la virtualización implica un cambio de paradigma para las áreas operativas y como toda nueva tecnología, también implica una curva de aprendizaje que se deberá transitar. Aquellas empresas que comenzaron a virtualizar su infraestructura computacional (servidores) hace algunos años, hoy cuentan con una amplia experiencia que les permitirá ser más ágiles en su negocio.
La virtualización brinda agilidad al negocio ya que reduce el tiempo hacia el mercado (time to market). Hace algunos años, cuando se requería implementar un nuevo sistema o mismo ejecutar algún tipo de campaña de marketing, era requerido adquirir el equipamiento necesario para luego instalarlo en un Data Center y realizar todas las tareas de configuración subsiguientes. Claramente podemos identificar el tiempo y riesgo que esto conlleva. Sin embargo, cuando contamos con una plataforma virtualizada, los servidores ya se encuentran instalados y configurados; simplemente se deben realizar tareas de configuración que implican tiempo pero no incrementan riesgo ya que los equipos están instalados y funcionando.
Si bien no es necesario que las empresas que aún no cuentan con plataformas virtualizadas emprendan un gran proyecto de virtualización, es muy recomendable que comiencen a virtualizar aquellos servidores que brinden soporte a aplicaciones no críticas de negocio. Esto les permitirá romper la inercia y comenzar a transitar la curva de aprendizaje de la virtualización. Luego, en base a esta experiencia, podrán evaluar de manera más certera los productos de Cloud Computing que se están comenzando a ofrecer en el mercado, pudiendo identificar aquellos servicios que más se adecúan a las necesidades de la organización.
Actualmente existe una amplia variedad de productos Cloud de infraestructura orientados a resolver distintas necesidades. Las empresas deberán evaluar detalladamente los beneficios técnicos y comerciales de cada alternativa ponderando siempre el acuerdo de nivel de servicio (SLA) ofrecido, el cual es una característica elemental para llevar aplicaciones de misión crítica a la nube, tanto desde el punto de vista de disponibilidad del servicio como desde el nivel de soporte. Un error recurrente que cometen las empresas al momento de contratar servicios Cloud es otorgarle mayor importancia al precio del servicio por sobre el acuerdo de nivel de servicio. De esta manera, al momento de contar con complicaciones en el servicio, se paga un alto costo de oportunidad.
Es también relevante tomar en consideración el portfolio de servicios de infraestructura ofrecidos por el proveedor de servicios Cloud a contratar debido a que no todas las aplicaciones son aptas para llevarlas a la nube; dependerá de su acoplamiento con otras aplicaciones, el nivel de volatilidad en el consumo de recursos computacionales que éstas realicen y el nivel de personalización que requiera el software base para su correcta operación (Sistema Operativo y Bases de Datos). Debido a que se tiende a un ambiente híbrido donde un conjunto de aplicaciones se encuentren alojadas en servicios Cloud mientras otras pueden permanecer en servicios tradicionales de Hosting, es importante que al momento de seleccionar un proveedor, éste cuente con un amplio porfolio de servicios de infraestructura computacional.
Otro factor importante a ponderar es la conectividad ofrecida por el proveedor, de la misma manera que a nivel infraestructura se tiende a contar con ambientes mixtos, lo mismo sucede con el acceso a las plataformas Cloud. Dependiendo del tipo de aplicación puede ser conveniente contratar conectividad pública (Internet) pero en muchos otros casos es necesario contar con enlaces privados; nuevamente los ambientes mixtos de infraestructura tienden a contar con conectividad mixta y es también imperativo que el proveedor a seleccionar cuente con un amplio portfolio de servicios de conectividad que cubran estas necesidades.
Todas las organizaciones, dependan fuertemente de la tecnología o no, deberán implementar tecnologías virtualizadas o contratar servicios de Cloud Computing en los próximos años si su objetivo es mantener su competitividad. Si no, correrán el riesgo que la competencia, gracias a este tipo de tecnologías y modelos comerciales, sea más ágil y pueda atender a más clientes, con mejor nivel de servicio. Llegado este momento, ya será muy tarde.
Por Emiliano Francisco Spinella Product Manager para Latinoamérica Level 3