Eddie O´Connor, CEO Mainstream Renewable Power
Una década ha pasado desde el lanzamiento del iPhone. En un año, Apple había superado a Nokia en ventas y capitalización bursátil, convirtiéndose en la fuerza dominante de la tecnología móvil con un aparato que nos ha demostrado cómo la innovación puede transformar una industria y la forma en que la sociedad se relaciona con la tecnología.
Las energías renovables no convencionales (ERNC) también están teniendo su “momento iPhone”. Hace una década las energías eólica y solar eran consideradas atractivas desde una perspectiva ética, pero seguía siendo costosa en comparación a los combustibles fósiles. Ahora, las renovables han superado una piedra de tope -el costo- llegando incluso a ser más baratas que el carbón. Como en el caso del iPhone y la telefonía móvil, las renovables se han convertido en catalizador de cambios, transformando drásticamente la manera en la que las personas interactúan con la energía y sus fuentes.
Aspas más grandes, materiales mejores y más baratos, y la optimización de la información han impulsado eficiencias en energía eólica que permiten reducir costos. Al mismo tiempo, aumentos de escala y avances en los controles de calidad han reducido los precios de la energía solar.
Según un reporte financiero de Lazard, el costo de construir una planta solar disminuyó en 80% entre 2009 y 2014, mientras que los costos de los proyectos eólicos bajaron 60%. Recientemente, la Agencia Internacional de Energías Renovables anticipó una baja adicional entre 43% y 65% para las solares al año 2025.
En Chile, el 2016, el mercado de las ERNC demostró su competitividad cuando ganó el 50% del total de energía subastada en la licitación de suministro eléctrico, con precios tan bajos como USD 29,1/MWh, superando a los generadores convencionales. La reciente licitación eléctrica reforzó esta tendencia a la baja, marcando un nuevo récord de USD 21.5 MWh, lo que demuestra que los precios son sustentables y coherentes con lo que está sucediendo en el resto del mundo, donde la energía eólica y la solar están desplazando a la generación de petróleo y carbón.
Sin embargo, los beneficios para los clientes no vendrán solo de la reducción continua del costo tecnológico, sino también de una mejor gestión de la demanda eléctrica, el desarrollo de la capacidad de almacenamiento y una mayor flexibilidad de los sistemas en la entrega de energía, acorde a los nuevos tiempos. Es el futuro al que deberíamos apuntar.
En su lanzamiento, el iPhone fue un desafío para la competencia, pero pocos predijeron el dramático ritmo de cambio que provocaría. Las ERNC se encuentran ahora en ese mismo punto, y en los próximos diez años consolidarán su posición, ofreciendo nuevas oportunidades a clientes en todo el mundo y ayudando a cumplir el objetivo de combatir el cambio climático.
Eddie O´Connor, Presidente Ejecutivo del Directorio de Mainstream Renewable Power