Internacional
El acuerdo entre los accionistas enfrentará la investigación de dos comisiones en España.
7 de Septiembre de 2011.- Sacyr y Pemex anunciaron el pasado 29 de agosto un acuerdo que une sus derechos de voto y concerta una estrategia común que pretendía, además, aumentar la participación de esta última en Repsol, en donde mantienen en conjunto casi un 30% de participación actualmente. Sin embargo, el acuerdo ya ha sido acusado de tener potenciales conflictos de interés por parte de Pemex, e incluso de uso de información privilegiada.
La Asociación Española de accionistas minoritarios de empresas cotizadas (Aemec) solicitó a la Comisión Nacional del Mercado de Valores que investigue si Pemex usó información privilegiada en la compra del 4,6% de Repsol la semana pasada.
Aemec pide a Pemex que aclare si antes de anunciar el acuerdo “ya había adquirido su posición mediante derivados u otros instrumentos financieros, como parece indicar su celeridad en alcanzar el 4,6% y su aclaración de que el precio dependerá de una media en los próximos dos meses”, advirtió a través de un escrito presentado ayer a la comisión.
Por otro lado, la asociación insiste que Sacyr aclare si es cierto que las entidades financieras acreedoras le exigieron que aumentara el control de Repsol de modo de refinanciar su deuda.
A esto se suma que la compañía española de petróleo, Repsol ha solicitado a la Comisión Nacional de Energía (CNE) una revisión del acuerdo que sellaron Sacyr con Pemex, pidiéndole a esta última que presente una petición de autorización ante el pacto, todo esto mientras Pemex enfrenta las acusaciones de utilizar información privilegiada. La comisión tiene un plazo de tres meses para responder a la solicitud.
Ribetes políticos
A todas estas movidas, se suma que el acuerdo ha tomado una fuerte politización. Así, el ministro de Industria, Turismo y Comercio, Miguel Sebastián, debió salir aclarando ayer que la posición del gobierno ante las tres empresas involucradas es neutral y que ellos no intervienen en este tipo de operaciones.
“He tenido una buena relación institucional con todas las personas que están metidas en esta operación, tanto de un lado como del otro, y por eso pido que nos dejen al margen y en paz, que ya tenemos bastantes problemas”, ha señalado Sebastián.
Además, ante las críticas el titular sostuvo que el acuerdo “garantiza” la españolidad de Repsol, esto es: que el principal accionista sea español y que la suma de participación de empresas del país sea superior a la de empresas extranjeras(Diario Financiero).
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