Repsol intenta sofocar una revuelta en su directorio

Europa

Sacyr y Pemex se habían aliado para conformar un pacto controlador y cambiar la estrategia de negocios de la petrolera española.

30 de Septiembre de 2011.- Una verdadera guerra campal se está desarrollando al interior de la petrolera española Repsol. Con el respaldo de la junta directiva, el presidente de la empresa, Antonio Brufau, decidió expulsar de la asamblea a los repreentantes de la alianza conformada por la constructora española Sacyr y la compañía estatal mexicana Pemex, que intentan tomar el control de la compañía y cambiar su estrategia.

Repsol anunció el miércoles que cambió las normativas de la empresa para evitar que firmas competidoras integren la junta.

Sacyr y Pemex, que habían anunciado su alianza el 29 de agosto, informaron que intentarán anular la medida. La junta “intentó negar los derechos” de Pemex y Sacyr en la reunión, señalaron ambas firmas en un comunicado conjunto, que además desmintió la existencia de un “conflicto de intereses”.

El presidente de Sacyr, Luis del Rivero, que también es vicepresidente de Repsol, sólo podría conservar su puesto en caso de obtener una exención en una votación de otros accionistas.

“Los directores no pueden comprometerse, a título personal o en representación de otros, en actividades cuyo ejercicio implica una competencia con la compañía”, señala el nuevo texto del artículo 19 de la normativa de la junta. Además será expulsado del directorio todo aquel que “posee una participación significativa u ocupa una posición gerencial en un competidor”.

La junta aprobó los cambios tras una reunión en Madrid donde además respaldó a la administración de Brufau.

Sacyr, principal inversionista con un 20% de participación, y Pemex, con 9,49%, además habían anunciado en agosto su intención de separar los papeles del CEO y el presidente, actualmente en manos de Brufau, y su deseo de que la firma se concentre en el sector petrolero para incrementar los ingresos.

Sacyr adquirió su participación con un préstamo de US$ 6.700 millones que debe ser refinanciado en diciembre, mientras Pemex informó en su momento que esperaba que su ingreso a Repsol le permitiera participar en proyectos de alta complejidad (DF).

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