Chile
Viernes 16 de Mayo de 2014.- “Contemplaremos en el Plan de Expansión del Sistema de Transmisión troncal del período 2014-2015 la interconexión de los Sistemas SIC-SING”. Esa es una de las metas que estableció el gobierno dentro de la Agenda Energética, según detalla el documento.
A renglón seguido, el documento dice que “sin perjuicio de lo señalado, de concretarse el desarrollo privado de una línea que interconecta los sistemas, se impulsará por el gobierno la más pronta materialización de dicha línea”.
La frase es un apoyo implícito al proyecto de interconexión que desarrolla la franco-belga GDF Suez, a través de su filial E-CL. Esto dista de lo que vivió la compañía europea con el gobierno anterior.
La firma terminó los trámites y avanzó con su línea que une Mejillones y Copiapó con un proyecto que funciona con corriente alterna, contrario a lo que buscaba la Comisión Nacional de Energía (CNE) que privilegió la tecnología continua. De esta forma, el proyecto de Suez quedaba fuera de lo que buscaba la administración Piñera.
La CNE y las generadoras -incluyendo a GDF Suez- se enfrentaron en el Panel de Expertos Eléctricos, quien terminó declarando que la propuesta de la Comisión estaba fuera de ley, pues no podía poner la interconexión dentro del plan de expansión.
Con el beneplácito del gobierno, Suez logra despejar otra incertidumbre de su proyecto: el financiamiento. Si es que la autoridad le diera a la línea al menos la condición de tendido troncal, ésta se tarificaría; es decir, se pagaría peaje por su uso corresponiendo el 80% de éste a las generadoras que operan en el sistema y el 20% restante a los consumidores de la energía.
El proyecto de Suez demandará una inversión de US$ 700 millones y está buscando un socio, por hasta un 50% de la propiedad.
?
Los argumentos?
“Estimamos esencial la unión de nuestros mercados eléctricos del Norte Grande y la zona central”, dice la agenda, que pasa a fundamental su apoyo.
“Uso eficiente de infraestructura de generación y transmisión; la distribución de uso de reservas de operación entre los sistemas; la optimización del desarrollo conjunto de las obras de generación y transmisión; una mayor seguridad de abastecimiento de la demanda global, ante contingencias como atrasos o fallas de centrales, indisponibilidad de GNL o shock de precios”, son algunas de las ventajas que detalla el gobierno.
A esto agrega que permitirá “el fomento de la penetración de las tecnologías ERNC por el alto grado de complementariedad con las tecnologías convencionales entre los sistemas y; un mercado eléctrico unificado de mayor tamaño e intensificación de la competencia en los contratos de suministro, que se traduce en precios más competitivos tanto regulados como libres”.
DF