Manuel Viera, Escuela de Minas UDLA
El litio es un mineral con propiedades especiales en la conducción del calor y la electricidad, por lo cual tienen un gran potencial para la generación de energía nuclear, gran alternativa para contar con energía al año 2050, para los más de 9 mil millones de personas que, se proyecta, habitarán la Tierra. El potencial del litio se basa en el aumento de la demanda por los millones de celulares que se fabrican, computadores personales, equipos GPS, herramientas eléctricas, equipos médicos, de mediciones y aparatos electrónicos que necesitan de este mineral para su funcionamiento. Así también, está su aplicación en medicamentos para trastornos de salud mental y en la industria del cemento y de aleaciones de aluminio.
Lamentablemente, en Chile aún no se ha entendido lo que se posee. Mientras el litio se ha ido convirtiendo en un mineral estratégico y ya se proyecta que el consumo global por año se duplique al 2020, nosotros llevamos más de 40 años estudiando qué hacer con este mineral, en circunstancias que en apenas una década, los países vecinos han avanzado en este ámbito y Australia ya nos quitó el primer lugar como productor en el mundo.
Chile tiene ventajas comparativas en costos y sostenibles. El salar de Atacama produce litio a partir de salmueras, dada la enorme evaporación solar, lo cual le permite entregar un producto con características y composición química únicas en el mundo. A eso, debemos sumar la cercanía con los puertos y el bajo costo de producción. Pero en este escenario, adolecemos de una estrategia de desarrollo agresiva para desarrollar este clúster del litio en el norte de Chile, con políticas públicas adecuadas y bajo la concepción de generar industrias y fábricas vinculadas al ámbito.
¿Qué pasaría si el grafeno reemplaza al cobre? Esta es una amenaza real y por eso el litio presenta un mayor potencial de crecimiento futuro, por los mayores usos que tiene.
Es en este escenario en el cual Chile no ha implementado un Centro de Investigación de aplicaciones del Litio, ni se han establecido institutos profesionales para la formación de técnicos y profesionales expertos en aplicaciones del mineral, sino que, además, se cerró el Centro de Investigaciones Minera y Metalúrgica, con lo cual se hipotecó el desarrollo futuro de nuestra minería, se demostró la baja preocupación por la I+D en el país y se frustró a nuestros investigadores y científicos.
Chile perdió su posición de dominio por no contar con una ley que fomente el desarrollo de nuevos negocios, con una estrategia de negocios competitiva, con una política de Estado, por perder 40 años estudiando qué hacer con la antigua sales mixtas de Corfo y por el arriendo de los mejores yacimientos de litio del mundo que están en el salar de Atacama a SQM. De los próximos proyectos de litio que entrarán en producción en los próximos años, no hay ninguno de Chile.
Por ello, los desafíos que se nos presentan y que debemos asumir son:
• Generar una cartera de proyectos de inversión, para aumentar la producción, pro bajo el concepto de Minería Planeteria.
• Crear un Club del Litio, junto a Bolivia y Argentina, para conformar el triángulo del litio, con el fin de fijar el precio antes que lo incorporen las grandes potencias como commodity.
• Considerar al litio como mineral estratégico, para desarrollar la industria y recuperar el liderazgo perdido.
• Implementar campañas de exploración geológica, para mejorar la información geocientífica. Argentina lleva la delantera respecto de los estudios de sus yacimientos, incluso con una cartera de proyectos bien contextualizados.
• Crear fábricas e industrializar el recurso natural no renovable del litio, para sustituir importaciones, generar empleos y divisas para Chile.
• Constituir un clúster del litio en la zona norte, a fin de generar sinergias como país en base a una estrategia de negocio bien pensada.
• Crear un Centro de investigación y un Instituto profesional del litio, para formar los próximos técnicos del futuro como expertos en uso del mineral.
Manuel Viera F, Director de la Escuela de Minas UDLA