Chile
Jueves 20 de Marzo de 2014.- Una compleja situación es la que se está incubando en la industria tecnológica nacional con respecto al capital humano.
Y es que mientras cada año la inversión en el sector crece, los egresados ligados a carreras tecnológicas como informáticos, programadores y analistas no alcanzan a cubrir la demanda de las empresas y la brecha es cada vez mayor.
De acuerdo al estudio “Habilidades en redes y conectividad en Sudamérica” elaborado por IDC, Chile registrará en 2015 un 39% de déficit de trabajadores capacitados en tecnologías de información, la cifra más alta de la región.
En la actualidad este déficit fluctúa entre seis y siete mil puestos de trabajo cada año, los que deben ser cubiertos por trabajadores extranjeros de otros países de América Latina como Perú, Argentina, Colombia y Venezuela.
Federico Morello, socio de la consultora EY, estima que en Chile existe una suerte de menosprecio por las carreras técnicas. Sin embargo, también cree que las universidades no tienen programas de calidad y no producen perfiles adecuados a la industria.
“La calidad es deficiente pero creo que también falta revisar las mallas curriculares de estas carreras que están mal diseñadas. No es lo mismo un desarrollador, un programador, a un analista. Y sin embargo se los forman de la misma manera. Para enfocarse bien en lo que se necesita, hay que especializarse. No sirven perfiles que hacen un poco de todo”, explica Morello.
Para Marcelo Román, gerente general de ACTI, los costos de esta escasez de profesionales tanto en cantidad y calidad, impactará negativamente en el sector en el mediano plazo.
“Se deberán postergar negocios y oportunidades de acceder a otros mercados, lo que impactará en las empresas y en las tasas de crecimiento del país. Si bien hoy nuestra industria está creciendo a tasas del orden del 15%, esto evidentemente podría cambiar si no disponemos del capital humano necesario”, argumenta Román.
Federico Morello cree que las empresas tienen que ver a los departamentos de informática como una inversión y no como un gasto aunque también cree necesario que el Gobierno y las universidades jueguen un papel importante en los incentivos para estudiar carreras ligadas al área.
“A nivel de políticas públicas tiene que haber mayor incentivo a la innovación y al desarrollo de competencias ligadas al mundo de tecnología. Es importante la participación del Gobierno pero también de las universidades que entiendan que hay una oportunidad de negocios si se hacen bien las cosas”, explica Morello.
DF