ERNC, Cerrando un gran 2016

José Ignacio Escobar, Presidente de Acera

Reflexionando respecto a lo que fue este 2016, nos enorgullece y motiva cerrar el año con cifras tan alentadoras. Con 3.768MW en operación, 2.106MW en construcción y aportando más de un 11% de la energía eléctrica total del país, las ERNC son las protagonistas del sector energético, y una las principales fuentes de inversión y nuevos empleos en Chile. Las proyecciones, además, apuntan a que estaremos llegando a cerca del 30% de energía proveniente de ERNC al 2020, con más de 8.000MW operando en más de 10 regiones de nuestro país.

Esta tendencia no es casualidad. En los últimos tres años, las energías solar fotovoltaica y eólica han sido las dos tecnologías de mayor inversión en el mundo. Por su parte, otras ERNC, como CSP, geotermia, pequeñas hidroeléctricas y la biomasa también han mostrado avances muy importantes en su competitividad, compartiendo la tendencia de aumento en la eficiencia y costos decrecientes. Si sumamos la rapidez de implantación, bajo impacto ambiental y gran aceptación social, las ERNC se posicionan como las tecnologías más competitivas para generar electricidad, por sobre el carbón, gas y la energía nuclear.

Muchos países sueñan con ser 100% renovables para el 2040 o 2050, ya que la tecnología y los precios hoy lo permiten. En nuestro caso, creemos que es posible y eficiente que Chile supere la meta de la Política Energética del 70% de ERNC al 2050, y que llegue al 100%. Para ello se deben superar algunos desafíos al corto y mediano plazo, de manera de reducir las brechas regulatorias, sociales y técnicas que aún enfrentamos.

Algunos de estos desafíos son incorporar a la ley eléctrica las metas intermedias para llegar y superar la de largo plazo, poniendo en valor los certificados verdes que permitan diferenciar estas tecnologías de las contaminantes. También promover la legislación ambiental, particularmente la relacionada con el impuesto al CO2, valorizando ese impuesto de acuerdo al costo real de las externalidades negativas asociadas el cambio climático y contaminación local. La modernización de la operación y coordinación de nuestro sistema eléctrico también es clave, retomando a cabalidad los temas de eficiencia económica, seguridad en su más amplio concepto e impacto socio-ambiental. Finalmente, es necesario impulsar un ordenamiento territorial claro, apoyado por la sociedad civil, que facilite y transparente el desarrollo, construcción y operación de proyectos.

Creemos necesario perfeccionar la evaluación ambiental, unificando criterios y reforzando el concepto de ventanilla única, para evitar largos y complejos procesos de evaluación; impulsar una agenda de interconexión eléctrica regional, aprovechando las sinergias que se dan con los países vecinos para un uso eficiente de sus fuentes energéticas; promover y desarrollar la geotermia, la mareomotriz y la mini hidro, para que se complementen de mejor forma en los sistemas eléctricos, poniendo en valor las características únicas que cada una aporta. Además, debemos apoyar la incorporación de nuevas tecnologías de almacenamiento a gran escala, la nueva “energía base” del mundo, que permitirá reemplazar definitivamente toda generación fósil existente.

Estamos en una transición única y definitiva hacia una matriz energética sostenible. Ojalá seamos capaces de acelerarla aún más y contener el aumento de la temperatura y todos los nefastos efectos del cambio climático. ACERA seguirá siendo parte activa y protagónica de este cambio.

José Ignacio Escobar, Presidente de Acera