Francisco Ortuzar - Socio Orca Business Consulting
Estos últimos días hemos visto en la prensa como la Empresa Nacional de Minería ENAMI ha expuesto sus avances en relación con la mejora de sus resultados económicos. La compañía lleva un tiempo importante reportando cifras negativas, y este último año 2019, de acuerdo con lo planteado por la firma, seguirán con números rojos, pero con una tendencia muy distinta a lo visto en años anteriores. Además, este 2020 podrían acercarse definitivamente a break even, según plateó la organización hace un tiempo.
Su administración sabe que para lograrlo debe hacerlo sin "juguetes". Están conscientes de que para instaurar una cultura de la productividad y el rendimiento, que les permita lograr las metas propuestas para este año, las personas y la organización deben abrazar una cultura y espacio de trabajo transversal y multidisciplinario con un liderazgo claro y enfocado.
ENAMI ha planteado públicamente que parte de su operación ha mejorado sustancialmente sus niveles de productividad, junto con mejorar los niveles de sustentabilidad. La entidad ha desafiado las capacidades de sus trabajadores para mejorar los procesos de negocios buscando una mayor simpleza, mejor ejecución y con gran alineamiento en los objetivos, dando un mejor servicio a sus clientes, mejor trabajo a sus personas y logrando mejores resultados económicos.
Ha demostrado con estos avances que tiene al interior de la empresa el equipo humano necesario para abordar los desafíos que se le han impuesto, trabajando desde adentro con el talento adecuado y conocimiento práctico existente. Los resultados auspiciosos de esta empresa permiten validar que los "juguetes" no deben ser el fin último, sino que, de ser necesarios, deben ser parte de un sistema más complejo que permite operar mejor, atender al cliente, reducir los costos, sacarles más rendimiento a los activos existentes y mejorar las rentas de los trabajadores.
La industria minera tiene que seguir avanzando en esta dirección porque las estadísticas mundiales expuestas vastamente dan pie de niveles de productividad en el país algunos escalones por debajo de los estándares mundiales. Las autoridades han declarado públicamente en los focos en que están trabajado, y éste es uno de ellos. Sin embargo, el ¿Cómo? y la metodología que se utilice debe considerar los equipos internos, que incluyan todas las áreas y conocimientos, con el liderazgo adecuado. De esta forma las empresas estarán instaurando una cultura de productividad y rendimiento que permita enfrentar los desafíos actuales de la empresa chilena.
Francisco Ortuzar - Socio Orca Business Consulting