Álvaro Merino, gerente de Estudios de SONAMI
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El precio del cobre, nuestro principal producto minero y de exportación del país, cerró el año 2019 con un valor promedio de US$2,72 por libra, cifra que se compara negativamente con la cotización del 2018 que alcanzó a US$2,96 por libra, esto es, una caída de 8%.
Cabe consignar que por cada centavo de dólar promedio anual que cae la cotización del cobre, Chile disminuye sus ingresos por exportaciones en US$125 millones y el fisco en US$60 millones, por concepto de excedentes de Codelco y tributación de la minería privada.
Al analizar el valor del cobre durante el año 2019, se observa que estuvo marcado por la volatilidad, pues a comienzos de año, particularmente en los meses de marzo y abril, registró un precio de US$2,92 por libra, el que descendió en agosto pasado a US$2,59 por libra y luego en diciembre se elevó a US$2,75 por libra.
Esta volatilidad no es fruto del azar, sino que responde fundamentalmente a la controversia comercial entre Estados Unidos y China.
El valor del cobre registrado durante el tercer y cuarto mes del año pasado se explica principalmente por la tregua entre los dos países, sin embargo, posteriormente se agudizó la disputa arancelaria lo que presionó a la baja el precio del metal rojo y es así como en agosto marcó el valor mensual más bajo, el que se incrementa en el último mes del año por informaciones de un inminente acuerdo.
Por tanto, la llamada guerra comercial afectó el precio del cobre, es así como el déficit proyectado en el mercado, no se reflejó en su cotización debido precisamente a la incertidumbre generada sobre el desempeño económico global.
Debemos tener presente que muchos inversionistas utilizan el precio del cobre como barómetro de la salud de la economía mundial.
Está próxima la firma de la primera fase del acuerdo comercial entre Estados Unidos y China, lo que por cierto es una muy buena noticia para Chile y particularmente para su minería. Ello sin duda es positivo pues lo más probable es que los valores de los metales y especialmente del cobre continúen al alza. A ello se agrega el programa de estabilización impulsado por los líderes de China destinado a impedir una desaceleración brusca y mantener el crecimiento en torno al 6% a través de la inversión en infraestructura. Junto a lo anterior también hay que considerar la información entregada por la Reserva Federal en el sentido que no se consulta alza en la tasa de interés durante el año 2020. Finalmente en esta materia, también se agrega la esperanza de una salida ordenada para el Brexit, luego del triunfo del conservador Boris Johnson.
No obstante lo expuesto, a pesar de que se ha disipado una fuente importante de incertidumbre como es precisamente la disputa comercial entre las dos naciones más relevantes del mundo, en los últimos días ha surgido otro factor de inquietud, tanto o más importante que el descrito en los párrafos anteriores, me refiero al altercado entre Estados Unidos e Irán, lo que ha tensionado a los mercados, cuyo reflejo claro y nítido es la brusca alza del petróleo y del oro como activo de refugio.
Si nos atenemos a los fundamentos del mercado, que se advierte muy ajustado, el año 2020 deberíamos ver un valor sustancialmente superior a la cotización del año pasado. Sin embargo, la incertidumbre respecto del comportamiento de la economía mundial, generada fundamentalmente por la inestabilidad de Medio Oriente, podría presionar a la baja la proyección de la cotización del cobre.
Este escenario de incertidumbre en el mercado mundial pone una dosis de cautela al renovado optimismo surgido a fines del año pasado, por ello expresamos que respecto del precio del cobre, tenemos "un cauteloso optimismo".
Álvaro Merino, gerente de Estudios de SONAMI