Blog-Posts from jul 11, 2018

Chile

La compañía, parte del Grupo Suez, cuenta con más de 20 años de experiencia y viene trabajando desde sus inicios con la industria minera. Cuenta con más de 100 redes de monitoreo en todo el territorio nacional y están en proceso de certificación bajo la norma internacional ISO 17025.

Miércoles 11 de Julio de 2018.- Desde hace ya varios años las normativas que buscan regular las actividades de las industrias en línea con el medio ambiente se han incrementado, al igual que la necesidad de contar con sistemas que permitan resguardar la implementación de estas medidas en pro de una mejor calidad del ecosistema y vida de las personas.

Lo anterior es un tema que entienden en SERPRAM, una empresa que se origina hace 20 años, pero que en junio de 2016 se integra al grupo Suez para abordar desde su línea de negocios de calidad del aire, las necesidades de diversas industrias como por ejemplo la minera.

Así lo sostiene Abel Morales, Director Comercial de SERPRAM, quien comenta que la empresa ha estado trabajando prácticamente desde sus inicios con el sector minero. “Se empezó a fiscalizar fuertemente el impacto de la actividad minera en el medioambiente y esto requirió la implantación de redes de monitoreo de la calidad del aire”, afirma.

“Nuestros primeros clientes fueron empresas mineras y del sector termoeléctrico - que en un principio el Gobierno ponía más foco en su control - y hasta la fecha seguimos manteniendo los mismos contratos que hemos ampliando con el tiempo, por lo tanto, nos da un feedback que estamos haciendo las cosas bien por parte del cliente, porque confían en la calidad de nuestros datos y en la calidad de nuestro servicio”, enfatiza Morales.

Estaciones de monitoreo

Actualmente SERPRAM cuenta con más de 100 estaciones de monitoreo en todo el territorio de Chile. “Estamos midiendo los 365 días del año, tomando datos a cada minuto y reportándolos a través de distintos sistemas para verificar en tiempo real el cumplimiento de los estándares ambientales que marca el país. Todas las tecnologías que utilizamos están certificadas según la normativa. Esto garantiza que cumplimos con los estándares y que vamos un paso más allá” explica Abel Morales.

Datos que aportan

Dentro de los retos que busca entregar la compañía a sus clientes está el conseguir que los datos ambientales sean transformados en información útil para el cliente y los grupos de interés. "No solamente es un dato de calidad ambiental, sino que es aportar cierta inteligencia para mejorar ese dato, y esto va apoyado en tecnologías de validación y modelación que ayuden a nuestros clientes a tomar decisiones antes que se produzca un evento. Esto todavía no está regulado dentro de Chile” sostiene Morales.

“Todo esto va integrado en una plataforma digital, que permite al cliente tener un control de sus estaciones en tiempo real. Los informes que reciben cada mes o cada cierto tiempo les hacen esta evaluación, pero con un mes vencido. Con nuestra plataforma podrían ver a cada minuto si quisieran tener acceso a ello, qué información está dando cada estación, cómo está midiendo en cada momento, si presenta alguna falla o si están próximos a un nivel de superación ambiental” agrega.

APP para los móviles

Y como la incorporación de herramientas tecnológicas que permitan facilitar la gestión en las empresas es un elemento cada vez más anhelado, SERPRAM ha desarrollo el sistema Digital Air, una aplicación del propio grupo Suez, que permite a los clientes visualizar en tiempo real el estado de sus estaciones de monitoreo.  “Lo pueden ver ellos en su celular y simplemente con un sistema de semáforos muy fácil de interpretar, en función de los valores límites que ellos quieren aplicar pueden generar alertas, tomar acciones o estar preparados ante cualquier eventualidad” explica el Director Comercial de SERPRAM.

Certificación internacional

Si bien la empresa funciona bajo un marco normativo en que no debería diferenciarse de su competencia, en SERPRAM buscan aportar valor y entregar nuevos atributos. Es por ello que actualmente están en proceso para obtener la certificación bajo la norma ISO 17025. “Es un estándar internacional de medición basado en una norma muy rigurosa que se aplica a laboratorios de ensayo”, precisa Morales.

Agrega que esta certificación es una ventaja para los clientes, porque primero aseguran la operación de sus estaciones bajo un estándar riguroso, permitiendo que los datos reportados a la administración chilena puedan ser validados en cualquier parte del mundo.

“De esa manera, si una multinacional tiene implantada actividad en Chile y quiere a nivel corporativo certificar los cumplimientos ambientales del país, éstos le pueden servir para sus políticas ambientales a nivel global. Trabajando bajo este estándar tienen garantizado que ese dato se va a aceptar en cualquier administración, independiente que las normas chilenas tengan particularidades por la zona o por una finalidad distinta, pero en la calidad del dato nosotros la certificaríamos como ISO 17025”, especifica.

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Chile

El también gerente de Nuevos Negocios y Desarrollo de la empresa Tersainox, se declara un enamorado de su viña, pasión que disfruta junto a su familia y amigos. A esto se suma la práctica de esquí en Farellones y la navegación en Caldera.

Miércoles 11 de Julio de 2018.- Pese a haber nacido y permanecido durante sus primeros años de vida en la ciudad de Concepción, Andrés Costa, gerente de Nuevos Negocios y Desarrollo de Tersainox, y recién asumido presidente de la asociación de proveedores, Minnovex, se declara “un calderino de tomo y lomo”.

Andrés, es el menor de cinco hermanos, arribó en 1974 a la localidad de Caldera junto a su madre, dentista y su padre, un pequeño emprendedor que fundó, ente otros negocios, el astillero Maestranzas Navales.

“Nuestros padres nos inculcaron el amor por el desierto, por la vida tranquila, por observar la belleza en donde la gran mayoría no la ve, por eso nos gusta y nos sentimos toda la familia, enamorados de Caldera”, confiesa.

Su camino profesional lo inició en Industrias Cardoen donde trabaja en los primeros equipos de acero inoxidable construidos en el país, más específicamente, estanques para las viñas. Luego de uno años y en compañía de su hermano David, fundan en 1993 Tersainox, enfocados inicialmente en un 100% en la industria vitivinícola.

Con el paso de los años, sus perspectivas se fueron ampliando hacia otros mercados, entre ellos la minería, con la construcción de estanques para el transporte de ácido sulfúrico y el nitrato de amonio.

Junto con su labor en Tersainox, Andrés preside la Asociación Gremial de Empresas para la Innovación y la Exportación de Productos (Minnovex), entidad que nace con el propósito de generar la conciencia de que la industria minera necesita generar competitividad a través de la innovación y la asociatividad.

Este y otros temas más ligados a su intimidad, su familia y su quehacer en los tiempos libres, abordamos junto Andrés quien nos recibió en las oficinas de Tersainox en la comuna de Lampa.

A poco de iniciar nuestra conversación, este ingeniero naval electrónico, casado y padre de cuatro hijos, nos deja saber una de sus mayores pasiones. Su Viña llamada “Rukumilla”, cuyo emprendimiento está ubicado dentro de las ¾ de hectáreas que posee en la localidad de Lonquén, en la comuna de Talagante, donde comparte su casa familiar junto a cientos de plantaciones de parras, bodegas y barricas donde guarda sus vinos.

Nace una pasión

Viña Rukumilla nace con la primera plantación el año 2000 y cuya primera cosecha fue el 2004. Es un ensamblaje de Cabernet Sauvignon, Cabernet Franc, Malbec y Syrah.

Nos explica que solo producen 1.500 botellas por año. “La idea es hacer un producto muy especial. Son hechos con uva orgánica, no tiene agroquímicos y no son intervenidos con otros productos en su elaboración”.

“Rukumilla” surge con el objetivo de cumplir un sueño y compartir una pasión familiar. “Yo partí con este tema del vino, soy un enamorado del vino, me encanta y lo disfruto con mi familia y amigos” y añade, esbozando una sonrisa, que “cuando hacemos la vendimia, es el mejor día del año”.

“En mi vida, mis gustos me los doy en la bodega. Prefiero no cambiar la camioneta, pero si comprar más barricas para guardar mis vinos”, señala.

Actualmente, sus vinos se comercializan en algunos restaurantes y hoteles. Además, tiene un distribuidor en Antofagasta. Junto con esto, realizan turismo rural en su casa de Lonquén, donde llegan un gran número de personas a conocer la viña. De todo lo concerniente al área comercial, se encarga su esposa, Angélica, su “gran apoyo”.

MOVI

Andrés Costa es uno de los miembros fundadores del Movimiento de Viñateros Independientes (MOVI). Asociación con diez años de existencia y que aglutina a alrededor de 35 pequeños viñateros a lo largo del país, los cuales elaboran sus propios vinos de calidad reconocida en Chile y en el extranjero.

El concepto de MOVI es de un trabajo colaborativo en cuanto a la capacidad de trabajo, no en el nivel de ventas, ya que se caracterizan por realizar pequeñas producciones.

Otros pasatiempos

Junto a su pasión por los vinos, Andrés nos transmite su gusto el esquí, donde aprovecha la temporada invernal para irse algunos días en compañía de la familia hasta su refugió en Farellones y practicarlo.
“Valoramos demasiado la tranquilidad que entrega Farellones. Ahí nos desconectamos por un momento de la rutina diaria y qué mejor que junto a la familia”, recalca.

Otra de sus pasiones es navegar. “En Caldera tenemos un bote de 35 pies. Ahí mis hijos también me acompañan a navegar, siempre navegamos en familia, somos muy aclanados”, afirma.

“Mi pasión por la navegación viene de mi padre, además que tres de los hermanos pasamos por la Escuela Naval, pero yo fui el único Oficial de Marina”.

“Nuestro yate se llama Chirano, es un Pilot del año 1965 y es un clásico, cargado de muchas de nuestras historias familiares”, finaliza.

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