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Chile

27 de Enero de 2012.- Por más de tres horas, se extendió ayer la audiencia pública por la compra de Terpel por parte de Enex, que contiene a Shell y está ligada al Grupo Luksic. En su exposición ante los ministros del Tribunal de Defensa de la Libre Competencia (TDLC), la Fiscalía Nacional Económica (FNE) detalló en base a estudios económicos las mitigaciones que exige para que se vise la operación.

Es así como la economista de la FNE, Paula Soruco, recalcó que el área más preocupante del mercado de combustibles es la distribución minorista, que está altamente concentrada y presenta barreras de entrada. Aquí la fusión Shell-Terpel podría tener efectos nocivos.

De hecho, señaló que, considerando un estudio sobre 1.400 estaciones de servicio del país, con datos diarios en el período 2008-2010, se denota que para las empresas del sector –Copec, Shell, Terpel y Petrobras– es más fácil traspasar los precios al consumidor –fijados por ENAP semanalmente– al alza que a la baja. Cosa que empeoraría con la operación en consulta.

En esa línea, la economista manifestó que los mayores riesgos de no traspasar a los clientes las disminuciones en los valores de los combustibles, en la fusión Shell-Terpel, se dan en nueve comunas del país. Con lo que, subrayó, la principal medida de mitigación radicará en que venda, al menos, una estación de servicio en cada una de ellas.

La idea, dijo el abogado de la FNE, Bernardo Arancet, es que dicho proceso se realice licitando cada servicentro, sin precio de reserva “para evitar que sea una venta artificial y se entregue a un actor grande”, y si es que el participante cuenta con sobre un 10% de participación en la industria tendrá que consultar la operación. El plazo de enajenación será de seis meses.

Respecto a lo anterior, Soruco apuntó que sería positivo que los denominados “puntos blancos” o actores más pequeños, se queden con las estaciones de servicio que se subastarán. Pues “cobran menores precios, de acuerdo al Sernac, induciendo a la baja los de la competencia, fenómeno que ocurre a nivel nacional”. Por lo que se perfeccionaría la pelea en este mercado.

Arancet afirmó, además, que esta desinversión de la fusión Shell-Terpel es atingente y proporcional, ya que son nueve de 492 estaciones de servicio de la entidad resultante, un 2% de su operación. Y nada más que dos de los puntos de venta de los que se desprenderán son propiedad de terceros.

En tanto, la segunda medida solicitada por la FNE se refiere a dar la opción a terceros para utilizar la capacidad de almacenamiento de Shell-Terpel, en un plazo de seis meses. Acá, los actores que podrían interesarse tendrían que negociar con ENAP y Oxiquim las condiciones de entrada previamente (Estrategia).

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