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Pese a que para los próximos cinco años se prevé un leve aumento de la demanda (240 MW), con la materialización de importantes proyectos se acentuaría ese crecimiento.
Miércoles 31 de Diciembre de 2014.- La Comisión Chilena del Cobre (Cochilco) elaboró un informe que proyecta el consumo energético que alcanzaría la industria minera del cobre en los próximos años. Este estudio denominado “Proyección del consumo de electricidad de la minería del cobre 2014-2025” concluye que la demanda eléctrica de las faenas cupríferas al Sistema Interconectado Central (SIC) se dispararía a partir del año 2020.
“La minería del cobre en el SIC manifiesta un gran potencial de crecimiento en los próximos años. La tasa de crecimiento del consumo esperado en el SIC sería del 6,1% anual en el período 2014 – 2025”, detalla el documento de Cochilco.
El informe tambíen señala que en el primer período (2014 – 2019) la demanda crecería al 3,7% anual, necesitándose unos 240 MW de potencial adicional. Esto cambiaría a partir de 2020, donde la demanda crecería al 8,9%, con un requerimiento de más generación por unos 860 MW al 2025.
El documento agrega que el mayor consumo en este sistema se efectuaría en la región Atacama, debido al importante número de proyectos que se encuentran en condiciones de posibles o potenciales.
SING
La situación es inversa en el Sistema Interconectado del Norte Grande (SING), donde se observaría un crecimiento anual de 6,7% en el período 2014-2019, requiriendo incrementar la capacidad de generación en al menos 840 MW, para bajar posteriormente a una tasa del 3,9% anual demandando unas 600 MW adicionales a 2025. El grueso de la demanda en este sistema se concentra en Antofagasta, principalmente en el corto y mediano plazo.
El estudio de Cochilco también señala que la presencia de más y nuevos actores en la oferta de generación es necesaria para brindar seguridad en el abastecimiento eléctrico al desenvolvimiento de la minería del cobre, que requiere de suficiencia compatible con sus necesidades para no afectar la continuidad operacional y costos razonables compatibles con la competitividad
Concluye además que “este incentivo que ofrece la minería para ampliar la oferta de generación es una palanca propicia para fortalecer las políticas nacionales de energía, en términos de diversificar la matriz energética, fortalecer la penetración de las ERNC e incrementar la eficiencia energética.
