Home   +562 2225 0164 info@portalminero.com

Síguenos

Skip to end of metadata
Go to start of metadata

Chile

La cantidad de instalaciones con este tipo de tecnología en las mineras casi se triplicaría en una década, pasando de las nueve que hoy están en operaciones a 25.

Martes 02 de Diciembre de 2014.- Más que una solución, la última alternativa. Es que la escasez de agua, un elemento imprescindible para el desarrollo minero, ha llevado a que este sector haya intensificado sus inversiones en desalar agua del mar para el uso en sus faenas.

Según datos de Cochilco, en los próximos seis años este tipo de recintos diseñados para la minería se multiplicarán por cinco, sumando una capacidad de desalación de más de 3.700 litros por segundo, 160% más que la que hoy está en funcionamiento.

Sergio Hernández, vicepresidente ejecutivo de Cochilco, explica que esto ha llevado a que hoy el país “tenga en carpeta 16 proyectos mineros que consideran, ya sea en niveles preliminares de evaluación como en construcción, el uso de plantas desaladoras o agua de mar directamente en sus procesos, para lo cual se tiene contemplada una inversión de USD 10 mil millones, aproximadamente a 2025″, equivalente a casi el 10% de la cartera de proyectos mineros.

La cantidad de plantas con esta tecnología casi se triplicaría en ese período, pasando de las nueve que hoy están en operaciones a un total de 25.

De estas instalaciones, nueve estarán en la Región de Antofagasta, la principal demandante del recurso para el sector minero.

Esta inversión prevista va de la mano con las proyecciones que indican que el consumo esperado de agua fresca en la minería hacia 2021 llegaría a un monto de 18 metros cúbicos por segundo, un tercio más que lo que se usa ahora.

“Actualmente, la minería consume un 5% de la totalidad del agua fresca que demanda el país, esto es un monto cercano a 12,5 metros cúbicos por segundo, lo que equivale al flujo del Canal San Carlos”, dice Álvaro Merino, gerente de Estudios de la Sonami.

Pero como el recurso es escaso y cada vez más difícil de conseguir, las mineras han debido además aplicar nuevas tecnologías para racionalizar su uso. “En este sentido, el sector minero entre el año 2000 y 2013 ha disminuido en un 48% el consumo por tonelada de mineral tratado en los procesos de concentración y en un 70% en el caso de los procesos hidrometalúrgicos”, dice Merino.

Recurso más seguro

Así como el uso de agua de mar para las labores mineras se ha debido ir incrementando con el tiempo, la jugada también, reconocen en el sector privado, tiene sus costos, los que en parte se compensan con algo que no puede ofrecer el agua dulce natural: seguridad en el suministro.

El mayor costo de esta tecnología no está en el proceso mismo, sino en que se necesita cuatro veces más energía para la impulsión del agua desde la planta de tratamiento al yacimiento que para la desalinización. Por ejemplo, según datos de la Sonami, el consumo promedio de energía de la minería alcanzaría a 3,4 KWh/m3 de agua desalinizada, el que representa cerca del 80% del costo total de desalinización.

A ello, dice Álvaro Merino, se agrega la impulsión para llevar el agua a las faenas, que están, en promedio, a tres mil metros sobre el nivel del mar y a alrededor de 180 kilómetros de la costa, proceso que requiere de 14 KWh/m3.

El Mercurio

Portal Minero
Labels