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México

De acuerdo con las primeras investigaciones, la acumulación de gas metano originó el estallido; la empresa Progreso se compromete a indemnizar a los deudos.

26 de Julio de 2012.- La explosión en un pocito de carbón La Florida en el municipio de Múzquiz, Coahuila, terminó con la vida de siete mineros que trabajaban en el yacimiento. Las autoridades estatales informaron que los cuerpos ya fueron rescatados e identificados.

Los empleados estaban barrenando y perforando con el objetivo de ventilar otro yacimiento que está en construcción, pero una detonación, que de acuerdo con las primeras investigaciones fue por acumulación de gas metano, los dejó a 70 metros de profundidad.

El secretario de Seguridad Pública, Jorge Luis Morán Delgado, quien señaló que las víctimas son Pedro Ervey Alcalá Ramírez, Héctor Alcalá Ramírez, Omar Efraín Ramírez Almanza, Daniel Iván Ramírez Almanza, Guillermo González Medina, César Javier Medina Camacho y Fidencio Sánchez Arellano.

El gobernador de Coahuila, Rubén Moreira, declaró que el accidente es una más de las tragedias mineras y destacó que la seguridad de las instalaciones debe ser una prioridad.

Manifestó que seguirá insistiendo en que la Federación, a través de las secretarías de Economía y del Trabajo, y el gobierno local deben realizar acciones conjunta para salvaguardar a los mineros.

“Vamos a seguir insistiendo en que se tiene que sacar el gas grisú. Como nosotros lo previmos, que fue un error no aprobar su extracción”, dijo.

“Y lo segundo, que es necesaria la vigilancia conjunta de las autoridades del trabajo, de las autoridades de economía, y bueno, nosotros estamos dispuestos a coadyuvar siempre en ello”, añadió.

La secretaria del Trabajo y Previsión Social (STPS), Rosalinda Vélez, informó que el pocito donde murieron ayer los mineros es operado por la empresa minera El Progreso SA de CV y que ya había sido inspeccionada en 16 ocasiones por la dependencia a su cargo.

Tras las visitas, la STPS ordenó la restricción de acceso a uno de los pozos, pues carecía de salida de emergencia.

No obstante, a la fecha están en curso dos procedimientos sancionadores contra dicha empresa a la que ya se le había impuesto multa económica, detalló Vélez. La secretaría lamentó el accidente en un pozo de carbón y ordenó dar todo el apoyo a los mineros y sus familiares.

Las familias de los siete mineros que perdieron la vida en el interior del pozo número uno de oxigenación, perteneciente a la empresa Progreso, quedarán indemnizados ciento por ciento, luego de que según Federico Quintanilla, dueño de la mina y ex alcalde del municipio de Progreso, se comprometió a cubrirlas.

El empresario recalcó que su compañía cuenta con los permisos ante las autoridades federales y todas las prestaciones para sus empleados.

Las víctimas son todos oriundos del municipio de Palaú, lugar en el que la gran mayoría de los hombres se dedica a la minería y donde además todos dicen conocerse como si formaran parte de una misma familia.

La compañía Minera Progreso ofrecía a sus trabajadores un pago de 100 pesos por tonelada sustraída, a 70 metros de profundidad, y un bono de 300 por semana, de acuerdo con su productividad, lo que les dejaba una ganancia por el orden de los dos mil 900 pesos a la semana por ocho horas.

Milenio.com
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