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Chile

Jueves 22 de Septiembre de 2016.- Un tiempo extra. Eso es lo que la petrolera estatal Enap está logrando por estos días respecto de su participación en la propiedad de GNL Quintero, el terminal de recepción, descarga, almacenamiento y regasificación de Gas Natural Licuado (GNL) de la Quinta Región.

Esto, porque a raíz de los cambios que ha tenido la composición accionaria de la compañía, donde la española Enagás logró una posición mayoritaria y controladora, ambas compañías negociaron un nuevo pacto de accionistas, el que estaría pronto a recibir las últimas firmas, señalan fuentes de la industria.

La idea surgió después que Endesa y Metrogas acordaron vender a Enagás sus respectivos 20%, lo que deja a la española con un 40% de forma directa y otro 40% adicional indirecto a través de Terminal de Valparaíso S.A., donde la española tiene el 51% y Oman Oil Co. el 49% restante.

Fuentes que conocieron parte del proceso, explican que la negociación fue fluida, porque mientras los españoles veían con buenos ojos mantener en la sociedad a la petrolera estatal, para ENAP es un buen negocio, el que entrega recursos de manera estable.

Sin embargo, según trascendió, para ENAP era importante resguardar ciertos temas respecto de la toma de decisiones, ya que cuando también estaba Endesa y Metrogas, y al no haber un controlador, todos tenían que estar de acuerdo en algunas definiciones.

Consultada ENAP, señalaron que “existe un interés común por mantener el buen funcionamiento de una empresa que ha sido rentable y que desde su creación ha cumplido un rol estratégico para Chile. Este acuerdo contempla obligaciones y derechos claros que protegen a sus socios, en un adecuado equilibrio que asegure continuar la relación beneficiosa que existe entre las partes”.
Temas estratégicos

Conocedores explican que el documento que por estos días está viendo la luz contempla tres puntos estratégicos en este sentido.

Primero, ante el vencimiento en septiembre del período de opción preferente para que Enap adquiriera parte de la propiedad que vendieron Metrogas y Endesa -y que de haberse concretado les habría permitido pasar el del 20% al 40% en la sociedad, pero que también podría haber sido interpretado como un bloqueo a Enagás-, ambas compañías acordaron extenderlo por un año más, con lo que la estatal gana tiempo para tomar esta definición con calma, algo que era complejo en este momento, dado que están en un proceso de reestructuración de sus pasivos, donde de hecho a inicios de agosto emitieron bonos por USD 700 millones.

Además, habría quedado fijado el precio posible de compra, manteniendo lo visto en las negociaciones de Enagás con Endesa y Metrogas, donde se le pagó USD 200 millones a cada una por su participación.

Conocedores del proceso, dicen que de todos modos aún no se ha entrado en el análisis específico si se ejercerá la opción o no, lo que ya ocurriría el próximo año.

El segundo punto es que la estatal mantendrá incidencia en decisiones relevantes. Aunque es algo que suena lógico, no lo era tanto si había una empresa que tenía una participación claramente mayoritaria. En el texto habría quedado reflejado que para ciertas definiciones, se requiere que de alguna manera el accionista minoritario esté de acuerdo o concurra.

En esto último de contemplan cosas como cualquier modificación que se quisiera hacer al plan de negocios, el objeto social de la compañía o incluso si se quisiera cambiar el nombre de la sociedad.

Un tercer aspecto tiene que ver con que ENAP tendrá la posibilidad de participar en la definición de la plana ejecutiva, incluso con poder de veto de algún nombre si es que fuera necesario. En la industria comentan, de todos modos, que no se estaría pensando ningún cambio en la gerencia de momento, sino que solo es un resguardo.

Conocedores de las tratativas comentan, de todos modos, que las convesaciones entre Enap y Enagás fueron fluídas.

Diario Financiero

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